El odio entre los clubes y la violencia dentro del fútbol no tiene ningún tipo de límites y lamentablemente se ve reflejado cada fin de semana que se juega una nueva fecha. Muertes, corridas, heridos, agresión y discriminación son factores que se vuelven repetitivos en el ámbito y que luego de manera tardía, generan conmoción y repudio. Uno de los casos que más se hizo viral fue el asesinato a la simpatizante de Rosario Central tras el clásico de la ciudad. A 12 días del episodio, se entregó el primer protagonista del homicidio.
El fin de semana del 30 de septiembre cada ciudad del país se paralizó con el fútbol. Es que, se jugaron los clásicos y con ello hubo festejos, emociones, gritos, alegrías y desafortunadamente, la violencia que convive en el deporte más popular de Argentina. Rosario siempre se caracterizó por estar dividida en dos: por un lado Rosario Central y del otro, Newell's. Las calles están pintadas de uno u otro color y los barrios muy marcados. Sin embargo, a pesar del hecho de tener que convivir, parece imposible que algunos lo puedan lograr.
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Y eso mismo fue lo que sucedió. Hasta el momento, todavía hay personas que no pueden aceptar que otras sean simpatizantes de otros clubes y mucho más si es de su clásico, como se vio reflejado hace casi dos semanas en las calles de la ciudad de Fito Páez.El partido entre Central y Newell's había terminado. El “Canalla”, ganó 1-0 en el Gigante de Arroyito y la mitad de la ciudad se convirtió en fiesta y alegría. Pero horas después, cuando la emoción comenzaba a bajar, Ivana Paula Garcilazo Bellón encaminó de regreso a su casa en una moto junto a su pareja y un piedrazo le cayó en su cabeza lo que provocó su muerte al instante.
El hecho ocurrió Ovidio Lagos entre Pellegrini y Montevideo y al recibir el golpe, dos ambulancias del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias se presentaron en el lugar del hecho, pero no pudieron reanimarla. Los testigos del lugar y las cámaras de seguridad, pudieron dar con los posibles sospechosos a los cuales les indicaron un pedido de captura y allanaron en repetitivas ocasiones sus domicilios, aunque nunca los encontraron.
Ahora, a casi dos semanas del asesinato de la joven de 32 años, se entregó el primer sospechoso: Ariel Cabrera. El mismo se presentó en la sede de la Agencia de Investigación Criminal de la ciudad santafesina haciéndose cargo de lo ocurrido y por lo tanto, no sólo quedó detenido sino que será llevado a audiencia imputativa acusado por homicidio agravado.
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Tanto él como su cómplice, que se encuentra prófugo, tenían pedido de captura y prohibición de salida del país por orden de la Justicia provincial, ya que no lo habían podido encontrar en los domicilios que fueron allanados en las últimas 72 horas. Además, sus rostros habían sido difundidos por el Ministerio Público de la Acusación, solicitando colaboración de la población para poder dar con el paradero de los dos.“Solicitud de colaboración. Para dar con las personas que se observan, sindicados en hecho de homicidio donde resultó víctima Ivana Garcilazo de 32 años en Ov. Lagos y Montevideo de Rosario el 30 de septiembre. Los mismos poseen pedido de captura activo y prohibición para Salir del país. Cualquier dato llamar al 911 o a redes de Fiscalía”, decía el anuncio.
La causa en cuestión está a cargo del fiscal Gastón Avila y el mismo detalló en conferencia de prensa los roles que ocupa y ocupaba en su pasado Cabrera, que podrían despertar injustificablemente cierto odio irracional sobre el club Rosario Central, que lo llevó a tomar esa drástica acción: trabajó para la escuela de Newell's y hasta el momento del homicidio era el preparador físico de la primera división y categorías inferiores de Social Lux, otro club habitué de la zona.
Entre otros comentarios, Ávila manifestó que luego del asesinato, Cabrera siguió con su vida con total normalidad como si nada hubiese ocurrido. Incluso, continuó realizando su labor hasta que el Ministerio Público de la Acusación hizo viral un video con la escena del crimen donde se identificaban las dos caras de los protagonistas. Después de eso, el ahora detenido se cambió su corte de pelo, dejó de asistir a Social Luz y se refugió en su casa hasta entregarse ante la Policía.
Su cómplice, Damián Reifenstuel de 42 años, sigue prófugo. En el último tiempo, trabajaba siendo docente de química en diversas escuelas ubicadas en Rosario, pero después de que el Ministerio Público hizo viral su rostro para ayudar con su paradero, interrumpió la vida cotidiana que llevaba a cabo y no sólo dejó de dar clases, sino que presentó un certificado médico por ausentarse y luego renunció.
Además de todo lo brindado, el fiscal aseguró que ambos sospechosos mantuvieron conversaciones a través de sus celulares posteriormente al hecho, sabiendo perfectamente lo que habían ocasionado: un asesinato. Incluso, se encontraron horas después en Pérez, una ciudad cercana a Rosario, donde fueron allanados pero no encontrados.
“No tenemos ningún elemento que los vincule a la barra brava, tampoco a una peña. Sí son socios de Newell's. Son amigos que se juntaron a ver el partido en una casa. Me sorprende, son personas que se dedican a la docencia, con jóvenes y menores de edad. Uno de los pilares y bases de la sociedad está en la educación. Es llamativo”, reveló Ávila.