El sábado 26 de mayo ocurrió un hecho de terror en la Ruta 2, en las cercanías del barrio llamado “Abasto” perteneciente al partido de La Plata. Aquella madrugada, cerca de las 5 de la mañana, Nilda Maciel se despertó porque sentía que algo raro pasaba hasta que su marido, que fue el primero en despertar, le gritó que salieran rápido de la casa, porque el fuego se estaba apoderando de su terreno. Y en un abrir y cerrar de ojos, el incendio aumentó y quemó absolutamente toda la propiedad. Hoy, casi a dos meses de la tragedia, construyeron la primera pared de su próxima casa gracias a la ayuda de la gente.
“Salimos con lo puesto y lo único que llegamos agarrar fueron los celulares”, le contó Nilda a BigBang con la voz totalmente quebrada por la angustia de lo vivido. Fue una noche de tormenta, lluvias intensas, truenos y rayos. Por lo cual, la máxima duda está plantada en qué produjo el incidente: si un rayo o una explosión por un electrodoméstico. Aunque hoy en día, poco les importa. Lo único que es de su interés es poder volver a tener una vida con normalidad.
Hace dos meses que Nilda y su marido van rotando de casa en casa para dormir y encontrar un lugar calentito en estas épocas de frío total. Sus amigos y la familia son los encargados de abrirles las puertas para que puedan acomodarse con una cama y una frazada, ya que ni siquiera pudieron salvar un abrigo o algo que los pueda ayudar.
Escándalo en la UADE: un alumno intentó robar computadoras de la universidad
Dentro de todo lo que significó el incidente, tuvieron una suerte la cual ella le agradece a “Dios y a los ángeles”. Justo en ese momento, en donde nadie transcurre la ruta, cruzaba una patrulla urbana que pudo alertar lo que estaba sucediendo y les salvó la vida. “Es un milagro que hoy estemos acá”, reconoce. Con los pulmones llenos de humo, descompuesta por el fuego y con el terror de que sus perros se encontraban dentro de su casa mientras el fuego avanzaba cada vez más, la Policía zonal los salvó: rompió el alambrado y rápidamente llamó a la ambulancia y a los bomberos para que se hagan presentes.“Es una zona donde no hay cloacas ni gas, solo tenemos luz. Según los bomberos fue un cortocircuito de la bomba de agua, pero la verdad no lo sabemos. Nos quedamos solo con lo puesto, no nos quedó nada ni tampoco pudimos hacer nada. Primero vino la ambulancia y después los bomberos y a los primeros bomberos que llegaron no les salía el agua. No quiero ni pensar en todo lo que perdimos y lo que pudimos haber salvado. Desde nuestro lugar no se veía el fuego pero ya había agarrado toda la galería, el galpón y en un segundo se rompieron todos los vidrios y se incendió adentro. Cuando salí ya estaba todo lleno de humo, ya no se podía respirar”, contó.
“Perdimos todo. No quedaron fotos ni nada. Fue muy duro este año para nosotros por todo lo que nos pasó y nos está pasando. Perdí a mi hermana que está en Noruega con un virus intrahospitalario y la semana pasada perdí a mi otro hermano con un virus también. Imaginate que nos encontramos en una situación muy triste, pero la peleamos. Es muy feo porque no nos quedaron ni siquiera recuerdos de nuestros seres queridos. Mi marido andaba en bicicleta desde muy chico, le encanta el ciclismo y tenía su bici y no la pudo rescatar. Todos sus logros durante tantos años, sus copas, las fotos de familia, fotos de mis hermanos que ya no están, todo se perdió”, comentó con total desolación.
Amenazas, golpes y desesperación: denunció que fue violado por cinco hombres durante un acto escolar
Más allá de las fotos y los recuerdos, ahora tanto Nilda como su esposo deberán dar vuelta la página y volver a empezar comprando y adquiriendo todo de cero otra vez. Pero la mayor problemática es que no cuentan con ingresos para que eso suceda. Ella está transitando la jubilación, ya que trabaja hace más de 20 años de estilista y su marido había cerrado hace pocos días atrás su carnicería para ponerse un emprendimiento propio. Aun así, todas las herramientas laborales se hicieron cenizas. “A mi marido se le quemaron todas las máquinas que las había traído al galpón y a mí la mitad de mis herramientas de trabajo también. Yo por suerte tenía la mayoría de mis materiales en la casa de una amiga en Palermo, por donde yo trabajo. Fuera de eso, teníamos apenas unos ahorros para estar pero ya no quedó nada”, asentó.“Nosotros trabajamos desde los 12 años con mi marido, nunca pedimos nada, no somos políticos, nunca le pedimos nada a los políticos y nunca pedimos nada porque siempre pudimos con lo nuestro. Trabajo de estilista, trabajo a domicilio como puedo, no tengo muchos horarios y tengo que acompañar a mi hijo que la está peleando y no puede trabajar. Él está esperando un trasplante pero está complicado”, expuso acerca de la salud de su hijo de 32 años que posee insuficiencia renal crónica.
“Tenemos que empezar de cero otra vez”, avisa Nilda con la voz caída y con pocas esperanzas. Porque después de perder absolutamente todo, incluso sus herramientas de trabajo, lo peor para ella ahora es volver a empezar. Es por eso que se creó una cuenta en TikTok en la cual comentó en la situación que se encontraba y pidió por la solidaridad de los argentinos de que puedan ayudarla a ella y a su familia a volver a empezar.
“La gente nos fue ayudando pero no es fácil construirse una casa, comprar todo lo que se necesita, los ladrillos, materiales, pagarle a alguien para que lo haga y más cuando no tenes una entrada económica. La Argentina tiene un pueblo muy solidario pero a nosotros como personas que siempre hemos trabajado, nos cuesta mucho esta situación de andar pidiendo ayuda. Todo el mundo me dice 'desarrollo social' y sí, vinieron, nos trajeron un colchón que no te puedo explicar lo que era. Pésimo. Nos prometieron que nos iban a dar chapas y otro tipo de cosas, pero ¿vos lo viste? porque yo lo estoy esperando. Acá no se trata de algo político, nos dijeron que nos iban a dar un lavarropa, una cocina y todavía sigo esperando. Acá no pasa por política porque yo no espero nada de los políticos. La ayuda genuina es de las personas, con cada peso, con cada centavo nos ayudan y con eso estamos construyendo nuestra casa otra vez”, sentenció.
De esa manera, la gente comenzó a transferirle diversas ayudas a través del alias que dejó expuesto en sus redes sociales y hoy, a casi dos meses de la tragedia, ya lograron construir las primeras paredes de lo que será su nueva casa. “Se quemó absolutamente todo excepto las paredes de la habitación. Eso se quebró, vino un arquitecto y dijo que esas paredes se salvaban y pudimos salvar dos habitaciones, eso hay que arreglar todo, las rajaduras y de lo demás, no quedó nada. Ni del living, ni de la cocina, del comedor, ni nada. Se quemó desde las paredes hasta todos los elementos. Ahora empezamos a construir las paredes, achicamos todo. Era una casa grande pero tuvimos que achicar un montón, en cada cosa todos nos ayudan. Pero no es fácil, vos vas y compras las vigas, el cemento o los materiales pero a la semana vas otra vez y sale el doble”, aseguró.
“Mis sobrinas me dijeron que me descargue TikTok contando lo que me había pasado y la gente así me iba a ayudar”, explicó. Y le dio resultado. Hoy empieza un nuevo camino para Nilda y su marido, que paso a paso comenzarán a construir nuevamente su casa. Aun así, siguen necesitando de la ayuda de la gente ya sea depositando lo que uno pueda y quiera, como también donándole al menos abrigo en este momento, en el cual sólo tienen ropa para estar.
Para ayudar con su causa, su alias es: Baila.hipo.cupos.mp