La vida de Leonardo A. Quinteros terminó de la peor manera. Sus planes estaban listos, iba a viajar a la costa con su familia cuando un grupo de personas armadas lo interceptaron a la salida de su hogar para robarle su camioneta, fueron ellos mismos quienes dispararon y le arrancaron la posibilidad de irse de vacaciones con su familia.
Tenía 49 años y según lo que relatan los más cercanos, trabajó arduamente para conseguir abrir un frigorífico en Morón. Lo había fundado en 2004 y tenía 40 personas contratadas al momento de su fallecimiento.
"No hacía otra cosa que laburar", le dijo un amigo de Quinteros a un reportero de TN que también contó que hace muchos años que no se tomaba vacaciones. Según el relato policial, Leonardo recibió un balazo en el estómago del lado derecho lo que lo hizo desplomarse al instante.
Corría la madrugada del último día de enero de 2024 cuando Leonardo se despertó para sacar de su hogar la camioneta VW Amarok azul y esperar pacientemente a que se hiciera un poco más de día para salir. Lamentablemente, nunca sucedió porque lo interceptaron en la intersección de las calles Olaya y Otamendi, una zona descampada de Pontevedra.
Desde la Unidad Funcional (UFI) N°2 de Morón informaron que según cómo sucedieron los hechos, los delincuentes podrían haber tenido todo premeditado y que ya estaban esperándolo para asaltarlo.
"Un chabón laburador que le dio trabajo a todo el barrio", dijeron sobre Leonardo que dejó en este mundo a cuatro hijos. De hecho, cuentan los más allegados que su esposa y una de sus hijas -que en ese momento estaban durmiendo dentro de la vivienda- fueron las que escucharon los disparos fuera de la casa.
Pero ya era muy tarde porque el impacto de bala había entrado por el estómago del lado derecho y el plomo dejó orificio de salida en el glúteo. Esto se puede comprobar porque en la escena del crimen se encontró una vaina 9 milímetros.
"Ya había sufrido algunos robos en los últimos años", dijeron los amigos de Leonardo cuando contaron cómo trabajaba en su frigorífico de Morón donde se dedicaba a la elaboración de fiambres y embutidos.
Al parecer, el empresario vivía por su negocio: "Minutos antes, Quinteros se comunicó con su sobrino para decirle que se había olvidado la llave de un portón de su casa en el frigorífico. La idea de él era ir a buscarla para dejar todo cerrado antes de salir a la ruta. Ya tenía la camioneta cargada".
Con respecto a la camioneta robada, la encontraron horas después en la zona de Virrey del Pino. La encontraron cargada con todas las cosas del viaje preparadas y listas para salir al viaje familiar.