Benjamín Ulises Amaya tenía tan solo 4 años cuando el último jueves fue raptado de la puerta de su casa y apareció minutos después colgado de un puente en el municipio tucumano de Las Talitas, al noroeste de la capital provincial. En base a lo que determinó la autopsia, se cree que el nene murió asfixiado y que además estaba vivo cuando lo ataron.
Este martes, fuentes del caso revelaron que el menor se defendió de su asesino, a quien aparentemente conocía, en un intento por evitar un abuso sexual. La autopsia determinó que Benjamín presentaba heridas de defensa en las manos y en el rostro.
Por esta razón, los investigadores sostuvieron que la principal hipótesis es que el crimen fue cometido a raíz de un ataque sexual que no se llegó a consumar, de acuerdo con las conclusiones forenses. "Esas heridas se denominan defensivas”, explicaron las fuentes.
Y agregaron: “Es decir, que se producen cuando una persona se resiste a ser atacada, por lo que las pesquisas manejan la hipótesis que al niño lo mataron porque impidió la vejación y porque conocía al atacante".
Si bien los investigadores fueron cautos y detallaron que el pequeño no fue abusado sexualmente, están a la espera de los resultados de otros informes para determinar "si hubo algún tipo de abuso". Cabe recordar que el informe preliminar de la necropsia al cuerpo del menor arrojó como resultado que el nene “no fue violado”, pero que “estaba vivo cuando fue colgado del puente”.
Efectivos de la División Homicidios de la policía tucumana y del Equipo Científico de Investigación Fiscal, recorrieron nuevamente la zona cercana a la escena del crimen, situada en Circunvalación y el Canal Norte, a 500 metros de la casa donde vivía el niño.
Paralelamente, los investigadores sospechan que la persona que mató al nene lo conocía, ya que en caso contrario el recorrido que hicieron hasta el lugar donde se halló el cadáver habría levantado sospechas.
De acuerdo a Christian Peralta, jefe de la División de Homicidios de la Policía de Tucumán, ya fueron entrevistadas "personas del círculo íntimo para ir ampliando la investigación". De acuerdo al investigador, "todavía se está trabajando sobre las diferentes hipótesis”.
Sin embargo, a pesar de que no se descarta ningún tipo de indicio, Peralta reveló que una declaración tomada a un testigo "permitiría avanzar en un móvil del crimen", pero declinó dar más detalles sobre el contenido de la misma.
Pese a esto, los voceros aclararon que está prácticamente descartado que el agresor sea un familiar directo, ya que todos estaban en la vivienda cuando el niño desapareció o se encontraban con otras personas que ya ratificaron dónde estaban.
Benjamín desapareció el jueves por la tarde, cuando estaba al cuidado de su abuela y salió de la casa para dirigirse a un merendero. Luego del macabro hallazgo, el niño fue trasladado de urgencia a un Centro de Atención Primaria de Salud cercano, pero llegó sin vida.