En las últimas horas, los peritos forenses de los Mossos D'Esquadra confirmaron que el cadáver hallado en una zona pantanosa, ubicada entre la localidad de El Prat de Llobregat y Barcelona, pertenece a Martín Ezequiel Álvarez Giaccio, el argentino de 44 años acusado de asesinar a Leo, su hijo de tan solo dos años en un hotel de la ciudad española.
El hombre había sido visto por última vez disfrutando de la piscina del hotel donde estaba alojado junto al pequeño. De hecho, horas más tarde las cámaras de seguridad del establecimiento lo descubrieron saliendo de su cuarto y huyendo a gran velocidad por la parte de atrás del lugar: allí se lo pudo ver saltando una pared y subiéndose a un taxi, el cual lo trasladó hasta la Terminal 1 del aeropuerto de Barcelona.
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Desde entonces, su paradero era todo un misterio a pesar de que las autoridades insistían en que, para ellos, Álvarez Giaccio, de 1,78 metro de altura, barba recortada y el pelo rapado, no había podido escapar de España. Y tenían toda la razón, ya que este miércoles fue encontrado en área en la que los investigadores creían que el argentino podía haberse ocultado tras escapar de la escena del crimen. Los voceros indicaron que el hombre fue encontrado “colgado” y que “se quitó la vida”.
Tras darse a conocer la noticia, salió a la luz una carta escrita por la ex pareja de Álvarez Giaccio y madre de la víctima. “Desde ese día he sentido un dolor extremadamente profundo, más de lo que cualquier persona pueda llegar a imaginar, además del trauma que he sufrido”, señaló la mujer radicada en la ciudad catalana en el escrito que fue difundido el medio El Diario de España.
La carta fue escrita poco antes de que el argentino apareciera sin vida y si bien agradeció las muestras de apoyo que recibió durante todo este tiempo, afirmó: “No me rendiré hasta hacer justicia para mi hijo y para mí, aguantaré hasta el final. Confío plenamente en la justicia para conseguir encontrar al asesino de mi hijo allá dónde se encuentre y poder seguir el proceso judicial y poder hacer mi duelo”.
Y siguió: “Todas las familias podrán comprender el inmenso amor hacia un hijo y lo terrible de su pérdida. Es por ello que quiero dedicar unas palabras de agradecimiento a todas las personas que habéis colaborado en la búsqueda, en todo el apoyo que contribuye a mi estado emocional, os mando todo mi afecto y os pido que sigáis perseverando, ayudando al máximo posible para que se encuentre al autor de este crimen”.
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El asesinato ocurrió cerca de las 22 del 24 de agosto. “Buscamos a Martín Ezequiel Alvarez Giaccio como persona relacionada con la muerte de su hijo en Barcelona. Si tienes información llama al 112”, señalaron las autoridades. El economistas se había separado hace poco de su pareja, quien se fue a vivir al barrio barcelonés de Sants junto al hijo que ambos tenían, de solo 2 años y 9 meses. Horas antes del homicidio, pasó a buscar a su hijo “para llevarlo a pasear” por el departamento.
De acuerdo con los investigadores, lo llevó directamente al hotel Concordia, en la Avenida Parallel, en el distrito de Sants-Montjuïc, y durante la noche se contactó con la madre del niño para decirle que se arrepentiría de haberse separado de él y dejarle un último y escalofriante mensaje: “Te dejo en el hotel lo que te merecés”. Asustada, ella alertó a las autoridades, las cuales al llegar al lugar encontraron sin vida al pequeño debajo de la cama de la habitación.
La mujer, desesperada, también corrió hacia el Hotel Concordia, lugar al que no la dejaron pasar porque no estaba entre los huéspedes del lugar. Al llegar los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona subieron al séptimo piso y hallaron al pequeño ya muerto. Si bien nació en la Argentina, Álvarez Giaccio se nacionalizó español, se graduó en la Universidad de Barcelona y residía en El Vendrell, en la región de Tarragona, a orillas del mar Balear.
Una mujer que los vio a ambos antes del homicidio en la piscina relató que el economista grababa constantemente a su hijo y le pedía que le dijera a su madre que "estaba bien". De hecho, María José, el nombre de la testigo que también fue huésped del hotel, vio al niño jugando en la pileta y resaltó que le resultó llamativo que el adulto “grabase varios vídeos al niño para enviárselos a su madre”. “El padre le pedía que le dijese que estaba bien”, contó.
La criatura habría muerto asfixiada con una almohada. Además, los investigadores advirtieron que el hombre apagó su celular al huir del hotel y que consigo llevaba solamente lo puesto -una camiseta gris, jeans claros y unas zapatillas rojas- el pasaporte y dinero prestado que le había pedido a un familiar. Esas mismas zapatillas le permitieron a las autoridades identificarlo después de haberse quitado la vida.
La carta la mamá de la víctima
Soy la madre de Leo, el niño que fue asesinado por su padre en el Hotel Concòrdia de Barcelona la noche del 24 de agosto del 2021. Desde ese día he sentido un dolor extremadamente profundo, más de lo que cualquier persona pueda llegar a imaginar, además del trauma que he sufrido. A pesar de eso, he sentido también el calor humano, el apoyo, la implicación y he sido arropada por múltiples personas, profesionales e instituciones.
No me rendiré hasta hacer justicia para mi hijo y para mí, aguantaré hasta el final. Confío plenamente en la justicia para conseguir encontrar al asesino de mi hijo allá dónde se encuentre y poder seguir el proceso judicial y poder hacer mi duelo.
Todas las familias podrán comprender el inmenso amor hacia un hijo y lo terrible de su pérdida. Es por ello que quiero dedicar unas palabras de agradecimiento a todas las personas que habéis colaborado en la búsqueda, en todo el apoyo que contribuye a mi estado emocional, os mando todo mi afecto y os pido que sigáis perseverando, ayudando al máximo posible para que se encuentre al autor de este crimen.
Estoy en una situación compleja a nivel de seguridad, por lo que pido el máximo respeto para la investigación y para proteger mi integridad. Cuando pueda, atenderé a todas las cuestiones necesarias pero ahora necesito un espacio para mí. Sé que son muchas las personas que habéis lanzado mensajes de cariño y apoyo en estos momentos tan difíciles. Os lo agradezco de corazón, especialmente a todas aquellas madres que han sufrido también el inmenso dolor de la violencia vicaria.
Cuando recupere las fuerzas me sumaré a vosotras para conseguir un mundo más justo en el que las mujeres y los niños también podamos vivir en paz y libertad.