Luego de cinco días sin ningún rastro, continúa la búsqueda del reconocido ginecólogo Daniel Casermeiro, quien fue visto por última vez en un pueblo cercano a la ciudad cordobesa de San Francisco, donde vivía y trabajaba.
A pesar de que el operativo para dar con el médico sigue con tareas de rastrillaje, este martes la familia del hombre de 61 años decidió ofrecer $ 100.000 de recompensa a quien aporte datos certeros que conduzcan al hallazgo del doctor.
“Estamos desesperados, pasa el tiempo y no hay nada. Decidimos lanzar la recompensa para ver si tenemos suerte”, indicó en su cuenta de Facebook la nuera del médico, Victoria Traverso.
Por su parte, desde la fiscalía a cargo del operativo, indicaron que ellos no ofrecen ninguna recompensa, pero que se continúa con la búsqueda en un operativo encabezado por la Unidad Regional Departamental San Justo e interviene personal de la División Investigaciones, del Departamento Coordinación Operacional, de Patrulla Preventiva, Patrulla Motorizada, Patrulla Rural y los infantes de la Policía Barrial.
En detalle, el fiscal Bernardo Alberione aclaró que se busca al ginecólogo en un área de 1655 km cuadrados con medios aéreos y terrestres y en una zona de 130 km cuadrados con un rastreo terrestre.
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El auto de Casermeiro fue hallado el domingo pasado en un camino rural, con $8 millones adentro, entre dólares, euros y pesos argentinos, lo que según la familia del médico era para comprar una propiedad.
Lo que ellos creen es que el ginecólogo debía encontrarse con alguien, y que algo sucedió, ya que no tenía motivos para desaparecer.
Según pudieron reconstruir las fuentes de la investigación, el jueves pasado el médico se dirigió durante la mañana al banco, donde retiró dinero. Después de eso, fue hasta su consultorio y atendió a todas las pacientes que tenían turno en el Sanatorio Argentino, aunque cerca del mediodía le avisó a su secretaria que debía marcharse para atender un asunto, pero que pensaba regresar en poco tiempo.
Como se demoró mucho, la secretaria lo llamó para preguntarle si estaba todo bien, y él le dijo que reprogramara algunos turnos porque no iba a llegar a tiempo. Sin embargo, insistió en que por la tarde volvía para seguir con el resto de las consultas.
A pesar de esta comunicación, Casermeiro nunca regresó, lo que motivó que el viernes pasado sus hijos hicieran la denuncia para dar con su paradero.
Mientras se lo buscaba, su auto BMW 220i apareció el domingo abandonado en Luxardo, un pequeño pueblo ubicado en el este cordobés, a donde llegó cerca de las 14.30; un dato que fue confirmado por un kiosquero que lo atendió, ya que el doctor entró al negocio para comprar tres bebidas energéticas.