20 Diciembre de 2024 12:06
El impactante crimen de Nayla Malena Agüero, la niña de siete que mataron en General Rodríguez el miércoles, generó nuevas repercusiones luego de que el acusado de haberla matado, Ariel Axel Díaz de 18, escuchara la acusación que le hizo la fiscal titular de la UFI N°10 local, Gabriela Urrutia. La falta de respuesta verbal y la comunicación corporal del señalado por haber golpeado, abusado sexualmente y asfixiado hasta la muerte a la menor, indignó e impactó a gran parte de los presentes.
El imputado hizo uso de su derecho a guardar silencio, aunque esto no significó que haya pasado desapercibido. El joven de 18 años fue observado por los funcionarios de la Justicia presentes, quienes relataron la incomodidad con la que actuó durante el tiempo en el que oyó su acusación. Cabe recordar que fue en un armario de su hogar que encontraron a Nayla envuelta en una sábana.
"Al parecer, tenía vergüenza de lo que había hecho", detalló uno de los presentes a Infobae. El rictus cabizbajo que tuvo Díaz durante toda la sesión, inclusive llegó a perturbar a algunos de los presentes al punto de que uno de estos funcionarios judiciales le pidió que lo mire y que le asegure que lo estaba entendiendo, sin lograr una respuesta lógica alguna, sin importar la moderación.
"Escuchó la acusación como si le estuvieran leyendo el pronóstico del clima", informaron al mismo medio. La frase describe con exactitud la actitud del acusado durante este lapso en el cual sorprendió a los presentes por la distancia que parecía tener entre lo que sucedía dentro y fuera de su cabeza. Mientras tanto la fiscal espera que lleguen los resultados de ciertas pericias claves realizadas en el lugar de los hechos, como el barrido al cuerpo y la ropa de Díaz en busca de cabellos y los hisopados realizados al cuerpo de Nayla para encontrar material genético del acusado, por lo que deberán extraerle una muestra de sangre para tener su ADN.
Fue Natalia Herrera de 32 años, la madre de la menor, quien llamó al 911 cuando desapareció mientras jugaba en la pileta de lona de su casa, ubicada en el cruce de Acoyte y Ambato, del barrio Pico Rojo de la localidad bonaerense en cuestión. Si bien personal de la DDI de Moreno-General Rodríguez ingresaron al domicilio del presunto autor, a partir del protocolo de búsqueda que se activó, fue en una segunda inspección que dieron con el cuerpo en el ropero.
Esto fue porque rápidamente pudieron concluir de que la niña no había salido y volvieron al departamento de la planta baja que ocupaba Díaz, quien estaba sólo cuando ocurrió el crimen. "Es un caso terrible. La nena tenía muchísimos golpes", sostuvieron testigos del momento en el que encontraron a la menor y quienes trasladaron al presunto criminal a la Comisaría local.
"Él la agarró a mi bebé, me la mató. Quiero que se haga justicia por mi hija", pidió la madre de Nayla. "Ella estaba jugando y él, se ve, le dijo: 'Vení, nena'. Capaz la engañó. Era inocente y la mataron como a un perro", lamentó. "Él siempre vivía con cara de tonto, encerrado. Yo no podía imaginarme que iba a hacer esto", señaló en relación a Díaz, quien intentó impedir que los policías entren en la segunda redada. "A mi marido le dijeron que tenía antecedentes, pero yo no sabía nada. Si lo hubiera sabido, no habría venido a vivir acá. Había manoseado a su hermana de 12 años", aseguró Herrera ante las cámaras de El Nueve. "Creo que él ya lo venía planeando", afirmó después.