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Síndrome de abstinencia, paliza y ¿violación? Los días del anestesista en la cárcel

Gerardo Billiris no pudo declarar ante el juez por no encontrarse en buen estado de salud. Golpeado y sufriendo la falta de drogas, el acusado de golpear y abusar de María Belén Torres podría peligrar en la cárcel.

10 Febrero de 2017 18:27
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Gerardo Billiris, el anestesista que golpeó brutalmente a María Belén Torres permanece detenido por tenencia de drogas en la cárcel de Marcos Paz. En las últimas horas habría recibido una paliza por parte de los internos, quien según sus dichos intentaron "hacerle algo más".

Billiris concurrió al Tribunal esta mañana.

"Billiris tuvo problemas con la población normal", afirmó Marcelo Chumbita, abogado del anestesista a BigBang. A su vez, confirmó que los internos del penal lo identificaron en seguida.

El defensor indicó que el anestesista estaba golpeado y tenía algunas marcas. Cuando se lo consultó concretamente sobre la posibilidad de que su defendido hubiera sido atacado sexualmente -algo que trascendió como versión esta tarde-, indicó que no lo sabía concretamente y que, como "habían intentado hacer otra cuestión", según palabras del imputado, éste se tuvo que defender. 

Billiris fue atacado por los presos que lo reconocieron.

Declaración frustrada

Hoy por la mañana Billiris se presentó frente al juez Rodolfo Cresseri pero no pudo declarar dado que no se encontraba en condiciones. 

"El problema que tenemos ahora es que está pasando, aparentemente, por lo que se llama el síndrome de abstinencia, y que no está pudiendo ser tratado con los medicamentos de base que requiere. Al cortar el medicamento de base le hace un efecto rebote y vuelve a tener los mismos problemas", detalló el abogado. "Es compleja la situación de salud", señaló el letrado hoy por la mañana.

El anestesista está detenido en el penal de Marcos Paz.

Chumbita está solicitando por estas horas que su defendido esté en un ámbito "donde pueda estar contenido en la faz de su enfermedad" y confirmó que el penal de Ezeiza sería el lugar ideal dado que tiene un pabellón especial para quienes padecen adicciones.