La discusión sobre la reducción de daños en el consumo de drogas revivió este miércoles luego de que falleciera en un hospital de Córdoba Alejandra Mara Pereyra, una misionera de 37 años que había tomado con éxtasis con su novio, con quien había viajado a ver al DJ Hernán Cattaneo en una fiesta electrónica donde atendieron a 29 personas que se descompusieron, que se hizo en complejo Forja, barrio Talleres Oeste.
La identidad de la víctima del narcotráfico y la falta de control sobre la sustancias ilegales fue aportada por La Voz. Estaba internada desde el lunes muy temprano en la terapia intensiva del Hospital de Urgencias, con un cuadro grave producto de la sustancia que su novio confesó que habían consumido. Ella era nacida y vivía en la capital de la provincia de Misiones, Posadas. Junto a su pareja habían hecho todo el trayecto para poder disfrutar del espectáculo que se realizó el último domingo por la noche.
Pereyra murió tras, por lo menos, tres paros cardiorrespiratorios. Durante su internación atravesó un coma farmacológico y tuvo que tener asistencia médica respiratoria. Por otro lado, según el parte médico que reveló Cadena 3, un cuadro febril severo la acompañaba desde que ingresó y tenía una falla renal muy contraproducente para con el resto del cuadro.
La hora de defunción fue cercana a las 3:30 de la mañana del miércoles, de acuerdo a lo que declaró la jefa de la Guardia del Hospital de Urgencias de la provincia de Córdoba, Andrea Vilkelis, en sus declaraciones a la FM 89.3 Santa María de las Misiones. Además, señaló que Pereyra ya había llegado con un "gravísimo estado" y que su cuerpo tendrá que pasar por el área forense, porque lo sucedido, en términos legales médicos, "se denomina como muerte violenta".
"Ella estaba en fallo multisistémico, fue un estado crítico constante. Llegó a un punto en que prácticamente no respondía a nada de lo que se le estaba haciendo y volvió a fallar su corazón, esta vez sin respuesta", reconstruyó la profesional de la salud, en un diagnóstico posterior a la defunción en el que repasó la historia clínica de la mujer.
La confesión acerca del consumo de estupefacientes la brindó la pareja de Pereyra ante el fiscal Carlos Cornejo, interviniente en la causa. "Se receptó la declaración al novio de esta persona y a un amigo que los acompañaba. Ellos concurrieron también al evento. Habrían adquirido en inmediaciones esa sustancia. Es autoconsumo, no estaríamos en presencia de comercialización de estupefacientes en el marco de este evento. No adquirieron la sustancia en el interior del complejo", precisó el representante del Ministerio Público Fiscal.
El eje de la reducción de daños también se ampara en las 29 personas atendidas por la posta sanitaria que había en la fiesta, quienes durante las dos noches que duró trabajaron en las distintas intoxicaciones que se presentaron. Cinco de estos, debieron ser trasladados al cercano hospital Comipaz. Según reportó la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA), 16 hombres y 13 mujeres fueron a solicitar ayuda al espacio preparado para la contención de este tipo de casos.
Por otro lado, en los 83 procedimientos de requisa que se realizaron en las inmediaciones al lugar del evento electrónico por parte de la FPA, se secuestraron diversas dosis de éxtasis, cocaína, tusi, ketamina, popper y MDMA, uno de los dos complejos activos con el que se desarrolla la famosa pastilla que es tan popular en esos ámbitos.