En octubre del año pasado, Sofía Clerici se vio envuelta en un verdadero escándalo mediático tras publicar fotos y videos de su lujoso viaje a Marbella junto a Martín Insaurralde, el ex jefe de Gabinete de la Provincia de Buenos Aires y ex intendente de Lomas de Zamora. Las imágenes, que mostraban a la pareja a bordo de un yate llamado "Bandido", generaron un gran revuelo debido al alto nivel de lujos que exhibió, como un reloj Rolex de 7000 dólares, pulseras Cartier, y una cartera Louis Vuitton.
Desde entonces, Clerici viene prometiendo que iba a explicar el trasfondo de aquella escapada, la razón de sus publicaciones y el origen de los objetos, cosa que hasta ahora nunca cumplió. Lo cierto es que si bien sostiene que no puede hablar del tema, la modelo volvió a mostrarse en las redes sociales y adelantó que "algún día" contará todo sobre aquel escándalo bautizado como "Yategate". A pesar de que no puso fecha, la mediática brindó detalles del encuentro que mantuvo con el ex de Jesica Cirio en la lujosa ciudad española y que, una vez que salió a la luz, terminó con la renuncia de Insaurralde a la intendencia.
Lo hizo mediante una caja de preguntas y respuestas en su cuenta de Instagram: "Sabemos una parte de la historia que M... te fue a buscar a Marbella antes del lío sin tu ok", escribió un seguidor. "Sí, es verdad, estábamos no tan bien en ese momento", confirmó. Y detalló cómo fue que se encontraron: "Yo decidí irme por mi cumple a Marbella a ver a mi hermana y él me mandaba bastantes mensajes que yo ignoraba". De acuerdo con Clerici, Insaurralde "un día se apareció de la nada sin mi consentimiento y lo tuve que ver". "Yo le había dicho que no viaje", reveló y al ser consulktada sobre si alguna vez hablará de Insaurralde, destacó: "Sí, seguro algún día".
Semanas atrás, Clerici presentó un escrito en la causa judicial que investiga un posible lavado de activos, en la que también están implicados Insaurralde y Cirio. En su declaración, solicitó ser sobreseída, amparándose en su trabajo como "acompañante de viajes". Afirmó que su viaje a Marbella no constituyó delito alguno, y explicó que, debido a su notoriedad pública, su compañía es altamente solicitada para eventos y viajes prolongados. En su defensa, Clerici aclaró que su labor no está relacionada con la prostitución, aunque admitió recibir pagos y regalos costosos por su trabajo de acompañante.
Citó incluso un marco legal de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la prostitución para justificar los regalos que recibe, argumentando que existe un vacío legal en el reconocimiento de su profesión. La modelo insistió en que sus actividades son legales y que sus ingresos provienen de su trabajo como modelo y acompañante, respaldados por la publicidad y el reconocimiento de su figura pública. Además, reclamó la devolución de los 600.000 dólares que le fueron secuestrados en un allanamiento a su domicilio, alegando que sus ganancias económicas no deben ser consideradas delictivas.
En su declaración, también denunció haber sido víctima de prejuicios y vejaciones, afirmando que la divulgación de información sobre su vida privada tenía como objetivo demonizarla y cosificar su imagen como mujer. Finalmente, Clerici subrayó que sus servicios y profesión, a pesar de su notoriedad, se encuentran excluidos del reconocimiento impositivo, lo que considera una injusticia. Concluyó que el resultado del allanamiento en su domicilio no revela ninguna actividad delictiva, y que la mediatización de su caso solo buscó desprestigiarla y juzgarla públicamente.