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"Sólo pensaba en vengarme de Aníbal": a 7 años de la triple fuga de los hermanos Lanatta y Schillaci

Cronología de la cinematográfica fuga que duró 15 días. 

28 Diciembre de 2022 12:59
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Este miércoles se cumplieron siete años de la cinematográfica fuga de una cárcel de máxima seguridad protagonizada por los hermanos Martín y Cristian Lanatta, y Víctor Schillaci, condenados a perpetua por el triple crimen de General Rodríguez. Los tres fueron detenidos luego de quince días en los que mantuvieron en vilo al país con una serie de tiroteos, robos, secuestros y persecuciones por las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.

En los primeros días de fuga, una obsesión se había instalado como un rayo en la mente de Martín Lanatta: ir a buscar a Aníbal Fernández. "Dormía abrazado al fusil y pensaba en vengarme de Aníbal, porque él nos metió en esta pesadilla que no se termina nunca", le decía en septiembre de 2016 a BigBang el condenado por el triple crimen de General Rodríguez.  

Lanatta estaba en la sala de visitas del módulo 3 del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza. Allí se casó aquel año, pero julio. Pasaba sus horas cocinando (la torta de manzana es una de sus especialidades) y escribiendo sus impresiones sobre la causa en la que está involucrado: los asesinatos mafiosos de Sebastián ForzaDiego Ferrón y Leopoldo Bina, cuyos cuerpos fueron encontrados en General Rodríguez el 13 de agosto de 2008. 

Lanatta, que con su hermano Cristian y su amigo Víctor Schillaci se fugaron de la cárcel de Alvear el 27 de diciembre de 2015, fue condenado a perpetua. "Lo voy a decir hasta el cansancio: quien ordenó los crímenes fue Aníbal Fernández. Yo recaudaba para él en el Renar, pero no secuestré, ni maté a ForzaFerrón ni a Bina. Fue otra gente de Aníbal", había insistido Lanatta a este medio.

Y agregó: "Mi hermano está preso por ser mi hermano, y Víctor (Schillaci) por ser mi amigo. No hay ni una sola prueba. Nos abrieron la puerta de la cárcel de Alvear porque había un plan para matarnos. Los días de fuga la pasamos mal. Pensamos que nos iban a matar de un momento a otro. Tuvimos que disparar a policías y gendarmes porque era la única manera de seguir vivos". 

Durante su charla con este portal, Lanatta había señalado, con mucho énfasis, que él era "un tirador profesional que hace blanco desde 600 metros". "Si quería matar a los policías, lo hubiese hecho, pero la prioridad era que nadie saliera lastimado", dijo Lanatta. Además, reveló que en la clandestindad pensó en vengarse de Aníbal: "Lo fuimos a buscar, pero no lo encontramos. Es un asesino y narcotraficante, el más rico de la provincia de Buenos Aires".

Durante otra charla con este sitio, Hace cuatro meses, Cristian Lanatta, hermano de Martín, sostenía: “Es como una película del Lejano Oeste, esa que miraba de pibe. A veces me levanto y creo que yo no estuve ahí, ahora salí de la película y siento que todo es un infierno”.  “Nos condenaron sin pruebas, y hubo muchas irregularidades que ya se sabrán”, decía Cristian.

Los tres prófugos se habían escapado el 27 de diciembre de 2015 de la cárcel de General Alvear, donde cumplían una condena a cadena perpetua por el triple crimen de General Rodríguez. Habían sido condenados en diciembre de 2012 a cadena perpetua por el Tribunal Oral Criminal Nº 2 de Mercedes. “Hasta 2009 era un hombre normal”, juraba el hermano de Martin.

Dice que venía del ámbito político. “Si vas a mi barrio te van a decir quién era yo. Todavía no lo pueden creer. No sé cómo terminé en todo esto. Nunca vi a ForzaFerrón Bina. Mi hermano, Schillaci y yo no los matamos. Todo esto fue armado. Lo diremos todo cuando podamos declarar ante la Justicia”, le había dicho a este portal: "Esto es una cama gigantesca. Hasta en su momento un fiscal mandó a un pastor para que me hiciera la cabeza para acusar a mi hermano. Es todo una locura”.

Lo primero que quisieron hacer “los 3” fue apelar y voltear la condena por ser considerados los sicarios de Forza, Ferrón y Bina. “No fuimos, terminamos metidos en algo horrible. ¿Cómo saldremos de esto? Diciendo la verdad y que alguien nos escuche. Fuimos condenados sin ninguna prueba”, le había dicho Cristian a este sitio. 

Cronología de aquella fuga histórica

Domingo 27 de diciembre de 2015: Víctor Schillaci (42), Martín Lanatta (49) y su hermano Cristian (51) se fugaron cerca de las 2.30 del penal de máxima seguridad de la localidad bonaerense de General Alvear al escapar en un viejo Fiat 128 con un guardiacárcel como rehén, a quien abandonaron sano y salvo a las pocas cuadras, y luego huyeron en una camioneta hacia el sur del conurbano.

Martes 29: El fiscal general de Azul, Cristian Citterio, ordenó la detención del penitenciario de General Alvear, César Tolosa, pero fue excarcelado horas después por decisión del juez de Garantías Federico Barberena, ante la falta de pruebas.

Miércoles 30: Marcelo "El Faraón" Melnyk (42) fue detenido como sospechoso de haber facilitado la fuga, aunque declaró que solo estuvieron "cinco minutos" en su quinta de Florencio Varela y que no le dio ni armas ni dinero.

Jueves 31: Los policías Fernando Pengsawath (30) y Lucrecia Yudati (40) fueron baleados durante un control vehicular en una ruta de la localidad bonaerense de Ranchos cuando quisieron detener a los tres evadidos.

Viernes 1 de enero: Elvira Susana Martínez, la exsuegra de Cristian Lanatta, denunció que éste fue dos veces a su casa de la localidad bonaerense de Berazategui y le robó plata y una camioneta Renault Kangoo.

Domingo 3: El exjefe de Hinchadas Unidas Argentinas y presunto barrabrava del club Quilmes, Marcelo Mallo (52), fue detenido como sospechoso de estar vinculado a los prófugos. También apresaron a su hija y a su yerno, aunque los tres quedaron libres 48 horas después ya que solo se los imputó de tenencia ilegal de arma de fuego.

Martes 5: Detuvieron al dueño de una quinta en Chascomús y a su socio como sospechosos de cooperar con los condenados.

Jueves 7: Los evadidos mantuvieron un enfrentamiento e hirieron a dos efectivos de Gendarmería Nacional en la provincia de Santa Fe, durante operativos ordenados por la justicia federal.

Viernes 8: Los prófugos asaltaron a un ingeniero agrónomo en la capital santafesina, le robaron una camioneta Amarok blanca, la cual plotearon con la leyenda de Gendarmería y continuaron la huida.

Sábado 9: Detuvieron a Martín Lanatta en la localidad santafesina de Cayastá luego de volcar la camioneta en la que huían mientras que su hermano y Schillaci continuaron la fuga a pie.

Domingo 10: Detuvieron a la exsuegra de Christian Lanatta acusada de encubrimiento agravado y los investigadores continuaron la búsqueda de los dos prófugos en el norte santafesino.

Lunes 11: A 15 días de la fuga, detuvieron en una arrocera de Cayastá a Christian Lanatta y a Víctor Schillaci.

Por los hechos cometidos en la denominada "triple fuga", los Lanatta y Víctor Schillaci fueron sometidos a cuatro juicios y en todos recibieron condenas. El primero de esos juicios, que finalizó el 1 de octubre de 2018, estuvo a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de La Plata y tuvo como eje exclusivo la fuga de la cárcel de General Alvear. En esa oportunidad, los Lanatta y Schillaci fueron condenados a siete años y medio de prisión por "robo simple".

Además de "privación de la libertad, robo agravado por un arma de utilería y evasión". El segundo de los juicios orales concluyó el 20 de noviembre de 2018 en el Tribunal Oral Federal (TOF) de Santa Fe, que condenó a Martín a 10 años de prisión por "atentado y resistencia a la autoridad agravado por el uso de armas y lesiones graves agravadas por haber sido causadas para conseguir impunidad y contra un miembro de fuerzas de seguridad", además de "robo agravado y daño agravado".

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Mientras que el otro Lanatta y Schillaci fueron condenados a 8 años de prisión como coautores de "atentado y resistencia a la autoridad agravado por el uso de armas, robo y daño doblemente agravado". El tercer juicio oral, que también se llevó a cabo en Santa Fe,concluyó con Martín Lanatta condenado a 7 años y 6 meses de prisión efectiva por dos casos de "privación ilegítima de la libertad calificada" y dos de "robo calificado".

A su vez, Christian y Schillaci recibieron penas de 8 años y 6 meses de prisión efectiva por esos mismos hechos más una "privación ilegítima de la libertad calificada". Por último, en febrero de 2020, el Tribunal Oral 1 de La Plata, en un juicio abreviado, condenó a los Lanatta a 13 años de prisión y a Schillaci a 7 por balear y herir a los policías Yudati y Pengsawath en Ranchos.