Mientras la Justicia avanza en la investigación sobre el paradero de los restos de Cecilia Strzyzowski, la joven que fue vista por última vez el 2 de junio en Resistencia, los especialistas del Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (IMCiF) de Chaco que analizaron los huesos hallados en el río Tragadero consideraron que son humanos y que corresponden a falanges de una mano y de un pie.
Es por esta razón que para los abogados de la querella, dichos restos óseos pertenecen a la joven de 28 años. Para el Equipo Fiscal Especial (EFE) que integran los fiscales Jorge Cáceres Olivera, Nelia Velázquez y Jorge Gómez no hay dudas: la joven fue brutalmente asesinada. Por el hecho fueron detenidos César Sena; ex esposo de Cecilia, sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña; Gustavo Obregón y su esposa, Fabiana González, quien declaró este lunes durante casi cuatro horas, respondió las preguntas de los fiscales y aportó nuevos elementos a la investigación; Gustavo Melgarejo y su pareja Griselda Pereira.
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De acuerdo al informe de los expertos del IMCiF que fue incorporado al expediente, los restos óseos hallados el 22 de junio pasado tras un rastrillaje realizado en una de las márgenes del Rio Tragadero, lindero a la chanchería del matrimonio de Emerenciano Sena y su esposa Marcela Acuña (dos de los siete detenidos que tiene el caso), son humanos "por sus características anatómicas".Según el informe, el primero de ellos mide 3,5 centímetros de largo y 0,7 de ancho y se corresponde a una falange de una mano; el segundo 3,5 centímetros de largo y 1,3 de ancho que pertenecen a un dedo del pie; y el tercero de 2,5 centímetros de largo y 2,3 de ancho que "se correspondería a un hueso largo, con uno de sus extremos seccionado, en forma transversal, lo que lo hace estar representado en forma incompleta".
En el caso del primero, "correspondería a un hueso largo (predomina el largo por el ancho)", que en uno de los extremos "se puede constatar una carilla articular troclear como la que se observa en falanges de la mano" y que "por las características cromáticas se podría asumir que fueron sometidas a la acción del fuego".
Respecto del segundo hueso, sería "un hueso largo, en un extremo superficie articular donde expone carilla articular elipsoide y su otro extremo troclear", correspondiente "a huesos de los dedos del pie". Y el último es "un hueso del metatarso del pie por las características cromáticas" que "también hace suponer la acción del fuego", explica el informe. "No tengo dudas que son restos óseos de Cecilia. Tienen el mismo aspecto en cuanto a la incineración de las pertenencias que fueron halladas en el mismo lugar, como el dije en forma de cruz", dijo el letrado a Télam, en referencia a los tres pequeños huesos seccionados que fueron hallados tras la indagatoria a la que fue sometido uno de los imputados, Gustavo Obregón.
No obstante, para dar certeza sobre ese punto y avanzar luego en la identificación genética, mañana regresará a Resistencia el equipo de antropólogos forenses de Córdoba que trabajó en el análisis de los primeros huesos hallados, que resultaron no ser humanos. La evidencia comenzará a ser analizada este martes mismo en la sede del IMCiF, situada en el kilómetro 1.008 de la ruta nacional 11, en la capital provincial.
Una antropóloga y una médica forense, Anahí Ginarte y Florencia Granton, viajarán nuevamente desde Córdoba a la ciudad de Resistencia para trabajar en la causa por pedido del Equipo Fiscal Especial (EFE). La indagatoria que ofreció Obregón la semana pasada resultó clave para los pesquisas, porque fue el secretario y asistente de la familia Sena quien llevó en persona a los investigadores hasta el lugar en el que fueron hallados.
Obregón contó que el 6 de junio, es decir cuatro días después de la desaparición de Cecilia, se deshicieron de los restos. "Bajamos con las bolsitas, cada uno llevaba una bolsa, y bajamos por un camino, que es como un sendero, que está al costado izquierdo al Campo Rossi, que baja hacia al río (Tragadero). César desata una y larga todo el contenido de la bolsita, en el límite del agua y la costa, y después con la otra bolsita, lo mismo", contó a los fiscales.
Respecto a los momentos previos de esa situación, Obregón dijo: "Agarramos la pala y las bolsitas, nos vamos caminando en frente de la virgen, donde se incineró el bulto. Ahí llegamos, yo le abro las bolsas a César (Sena) y él comienza a cargar las dos bolsas, con la pala, juntando las cenizas desde el medio de la quema. Cuando se cargaban las bolsas, en ningún momento vi huesos grandes, pero sí podía observar que había huesos chiquititos".
También detalló el momento en el que Sena hijo quemó la valija con las pertenencias que también fueron reconocidas por la mamá de la joven. El imputado contó que toda la situación que había vivido le "pesaba" mucho, a pesar de que todos los demás imputados "actuaban con normalidad". "Nadie me comentó nada, nadie me dijo nada, nadie me preguntó nada, todos hacían vida normal. Yo siempre nervioso y asustado con todo esto, y era el único que estaba así porque todos decían que César era inocente pero a mí me pesaba y me pesa todo esto que habíamos hecho, sabiendo lo que habíamos hecho", concluyó.