04 Octubre de 2023 12:56
El 8 de septiembre, Graciela Emilce Rubini le deseaba a su madrastra, María Ester Suquía, un muy feliz cumpleaños y cerraba aquel mensaje con una contundente frase de amor que hoy resuena entre sus vecinos: "¡Sos toda mi vida!". Resulta que la mujer de 83 años fue hallada asesinada con una bolsa de plástico en la cabeza en el interior de su casa, ubicada en la calle Leandro N. Alem 118, entre Zuviría y Godoy, de la localidad bonaerense de Pehuajó, y por el crimen las autoridades detuvieron a su hijastra de 47 años que, en primer lugar, había declarado que se había tratado de un caso de suicidio y horas más tarde, confesó el crimen: "Estaba harta de cuidarla", le habría dicho a los efectivos que la detuvieron.
El hecho fue descubierto durante el mediodía del martes, en la mencionada casa de la zona oeste de la provincia de Buenos Aires, tras un llamado al servicio local de emergencias médicas: habían pedido una ambulancia para asistir a la jubilada que se había intentado quitar la vida. Al llegar, personal de la salud se topó con el cuerpo ya sin vida de Suquía y al analizarlo, descubrieron claros signos de violencia sobre su cuerpo.
La víctima estaba recostada boca arriba sobre una cama de una plaza, tenía una bolsa de plástico en la cabeza y un pañuelo en su boca. Por este movido, los profesionales de la salud activaron el protocolo, dieron aviso a la Policía y al lugar se hicieron presentes agentas de Científica y de Criminalística, los cuales al inspeccionar el domicilio notaron que en la casa no había faltantes, ni desorden o aberturas violentadas, por lo que la hipótesis del robo fue descartada.
Rubini vivía junto a Suquía y, de acuerdo con las primeras versiones, “manifestó en primera instancia que creía que se trataba de un suicidio”. Según dijo en una conferencia de prensa el comisario de Policía Comunal, Cesar Arbizu, la mujer aseguró que la jubilada había intentado quitarse la vida en otra ocasión. “Me refirió que en esa oportunidad estuvo internada durante un tiempo en un hospital y por decisión de ella misma fue que le dieron el alta a Suquía, y continuó a su cuidado”, agregó.
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Aquella versión fue confirmada con declaraciones que se le tomaron a vecinos y otras personas del entorno de la víctima. Sin embargo, tras las primeras investigaciones “surgieron indicios que daban a entender que esta persona (Rubini) podría tener algún tipo de participación en el hecho, por lo que quedó aprehendida por el delito de homicidio calificado”, comunicó Arbizu.Según las fuentes, la hijastra de la mujer le terminó confesando a la Policía que estaba "harta" de atender a su madrastra porque estaba postrada y con graves problemas de salud. Por este motivo, el fiscal Luis Caldentey, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°7 descentralizada en Pehuajó, del Departamento Judicial Trenque Lauquen, dispuso la aprehensión de la sospechosa. "Ambas estaban con ropa de cama”, afirmó Arbizu.
Mientras espera por la autopsia que determine las causas de la muerte de la jubilada, los investigadores buscan determinar si Rubini sufre de algún trastorno psicológico. Incluso, el comisario de Policía Comunal reveló que al costado del cuerpo de la víctima “había un almohadón que se investiga si pudo haber sido utilizado como mecanismo de asfixia para provocar el deceso”. “No estaba shockeada”, dijo Arbizu al ser consultado sobre Rubini.
Este caso resulta idéntico al de Celeste Rodríguez, la joven de 30 años que a comienzos de febrero había sido detenida por asesinar a su mamá, María Rosa Ravetti, con una almohada. La mujer de 59 años se encontraba postrada desde hacía dos años por algunos problemas de salud, yacía en una cama y su hija aprovechó esta circunstancia para asfixiarla en la casa que ambas compartían en localidad de Capilla del Monte, en el valle de Punilla.
Madre e hija mantenían una relación muy conflictiva hasta el punto de protagonizar fuertes y muy frecuentes discusiones a diario. De hecho, durante la noche del 1° de febrero la propia Celeste llamó a la comisaria local y avisó que había ocurrido un crimen tras “una discusión familiar”. Rápidamente, los agentes llegaron al domicilio ubicado en la calle Richieri y calle 3, y se habían topado con la joven de 30 años.
La mujer estaba en completo estado de shock, sujetando una almohada y confesó de inmediato haber asesinado a su madre. Dijo que la había "asfixiado tras una discusión". Al ingresar al domicilio, los efectivos encontraron el cuerpo sin vida de María Rosa, recostado sobre la cama. La hija de la víctima quedó detenida en el acto y se dio intervención a la fiscal de instrucción de Cosquín, Paula Kelm, quien la imputó por homicidio calificado por el vínculo.
En abril de este año se dio a conocer que Celeste se quitó la vida en la cárcel de Bouwer, Córdoba, donde esperaba bajo la modalidad de prisión preventiva el resultado de diversas pericias. Fuentes del caso informaron que Rodríguez, que permanecía en una celda desde hace dos meses perdió la vida por "autodeterminación". Se encontraba bajo tratamiento psicológico y psiquiátrico en el Complejo Carcelario 1 Reverendo Francisco Lucchese.