Parada frente a la entrada del prostíbulo Las Flores, María López pensó que quizás su agonía estaba a punto de llegar a su fin. La esperanza, por más pequeña que a veces fuera, siempre estaba presente en su vida a pesar de que hiciera 9 años que no sabía nada sobre el paradero de su hija Ailén López.
Cansada, pero de pie, cuando le avisaron que una compañera suya de la ONG Madres Víctimas de Trata había hablado de su hija en los medios de comunicación, pensando que capaz era una de las chicas que había sido prostituida en ese departamento que funcionaba como prostíbulo, no lo pensó dos veces y fue hasta Aranguren al 2900 para saber más.
Aunque no la dejaron entrar para ver quiénes estaban dentro del inmueble, pudo ver que había muy poca luz en el lugar. Si bien fueron detenidos dos de los proxenetas (una mujer y un varón), las chicas que estaban adentro ya habían desaparecido cuando los investigadores llegaron. De todos modos, se notaba que varias personas habían estado viviendo ahí.
Por eso, María pensó que todavía le quedaba alguna oportunidad e intentó con desesperación que le permitieran mostrarle a los aprehendidos una foto de su hija, para ver si alguno le decía que la reconocía, aunque no la dejaron. "Fue una oportunidad perdida y me quedó la pregunta de qué pasó con las chicas. ¿Por qué no estaban en el lugar? ¿Quién les avisó? Nosotras (porque fue con otras madres) fuimos pensando que ahí podían estar nuestras hijas, no nos dejaron entrar, cosa que me pareció muy extraña y al final ahora yo no sé si estaba o no Ailén ahí adentro. La Justicia tardó demasiado, como siempre", dijo decepcionada María López.
Leer más | Infidelidad y un conflicto previo: las nuevas pistas que siguen los investigadores en el crimen de Daiana
"Yo fui porque pensé que podía identifica a mi hija, y como yo, había madres de todo el país que llamaban para poder venir. Veían por televisión lo que pasaba y se desesperaban, yo tuve algo de suerte porque pude ir, pero no todos pueden", agregó en comunicación con BigBang.Convencida de que hay complicidad de la Justicia en los casos de trata, la madre de Ailén además cree que falta capacitación de los fiscales y jueces para poder abordar estos temas. "Es importante que se capaciten y que escuchen nuestra lucha de todos los días, lo que significa luchar con una Justicia que no está presente, que sepan lo que es ir a una fiscalía y que el caso de nuestra hija sea solo una hoja. No estamos amparados como familias", sumó.
Diez años atrás, María no sabía mucho sobre la trata de personas, por fuera de lo que alguna vez había podido oír sobre el tema. Sin embargo, la desaparición de su hija de 17 años lo cambió todo para ella y su familia.
La desaparición de Ailén
Para hablar de la tragedia que vivieron (y aún viven), primero hay que remontarse al 27 de enero de 2013, cuando Ailén se escapó de la casa que compartía con sus padres por primera vez en la localidad de Longchamps. "Cuando se va, encuentro en su pieza un numero de teléfono, y tenia una característica diferente, no sabía de dónde era, y me enteré que era de Florencia Varela. Como en ese momento teníamos auto, con mi marido y dos familiares la fuimos buscar. Era domingo, y ella se había ido el viernes anterior. Había una feria municipal en el lugar y nos bajamos con una foto de mi hija y una de su novio Ariel Santas que la sacamos de las redes sociales. Cuando empiezo a preguntar si los habían visto, me dijeron que a él lo conocían, que era el hijo de un verdulero", contó a BigBang.Con las indicaciones precisas, se acercó hasta la casa del joven, y al llamar, apareció en la puerta su madre. "Ella sabía que yo era la madre de Ailén, y con una tranquilidad terrible, la madre lo llamó al hijo por celular y le dijo 'Pipi acá está la mamá de Ailu, ¿dónde están?' Caminamos dos cuadras y al llegar, el chico venía en una bicicleta todo drogado, no sabía ni quién era. Le pregunté dónde estaba mi hija, y ahí nomás la encontré debajo de un puente. No tenía ni noción de quién era, le pregunté a él qué le había hecho, qué le había dado, y solo se reía", dijo recordando ese momento con mucha desesperación.
Convencidos de que las cosas no estaban nada bien, los papás de Ailén la llevaron hasta la DDI de Esteban Echeverria, donde les dijeron que debían acudir a la policía científica de Lanús. Aunque hasta allí fueron, les aseguraron que la joven no tenía nada.
Aunque Ailén llegó a decir que su novio le había dado algo y que incluso no quería verlo más, eso no se cumplió, porque pocas semanas después, precisamente el 14 de febrero de 2013, la adolescente volvió a desaparecer, pero desafortunadamente desde ese día su familia no volvió a verla.
"Ese 14 de febrero, la Policía la encontró, me lo dijo un comisario de la DDI de Esteban Echeverria, llamaron a mi marido y dijeron que estaba en la casa de la familia de su novio y que le habían dicho que volviera a su casa, pero no la trajeron. Desde ese día yo estoy esperando saber qué pasó con mi hija, ese es el ultimo dato certero que se tiene de ella", explicó María a este portal.
Como la familia del joven nunca tuvo que declarar, López fue hasta la casa de los padres de Ariel en varias oportunidades, quienes siempre mantuvieron la versión de que su hijo había desaparecido junto con Ailén. Aún así, algunas personas del barrio llegaron a confirmarle a María que lo vieron deambulando en más de una oportunidad por la zona.
Leer más | Un identikit, el rol del vecino y las dudas de la mamá de la joven asesinada a golpes en Cipolletti
"Yo ya no voy más a la fiscalía, porque me dicen que soy molesta o jodida. Ahora va mi abogado, porque ellos ganaron muchas batallas, me han psicopateado, me han dicho que se fue con el novio y que no pregunte más nada. Mientras tanto, nosotros seguimos esperando una respuesta", aseguró.
Lo cierto es que tras la desaparición de Ailén, en medio de un dolor profundo, un día a María se le acercó una persona que quería hablar con ella de parte de Madres Víctimas de Trata y ahí se enteró de que su hija podría haber sido secuestrada con fines de explotación sexual.
"Con ella descubrí que todas las mamás tienen algo en común: la Policía siempre dice lo mismo, sea en el año 2013 o en el 2022, siempre dicen que se fue con un novio y que va a volver. A mi me lo dijeron y durante los primeros momentos de la desaparición (a pesar de la importancia que tiene actuar en esos instantes), no hicieron nada", se lamentó."Yo voy a seguir luchando para que no haya más casos así. Se llamen como se llamen, porque no son solo nombres, el problema es que no existe justicia. Nosotros merecemos saber qué pasó con Ailén", cerró.
El tercer viernes de casa mes, María López y otras madres se juntan en Plaza de Mayo, donde se reúnen todos los miembros de la ONG Madres Víctimas de Trata, la cual fue creada por Margarita Meira tras la desaparición, explotación sexual y muerte de su hija Graciela Susana Betker.