02 Febrero de 2020 16:24
"¡Suéltenlos, que los estamos esperando!". Ese fue, de acuerdo a los vecinos del penal de Dolores, el cántico con el que el resto de la población carcelaria recibió a los diez rugbiers, imputados por el homicidio de Fernando Báez Sosa. La bronca por la "condición VIP", el miedo del grupo y las peleas internas que se desataron después del traslado.
La noticia corrió rápido entre pabellones: los rugbiers de Gesell, los acusados por el asesinato a golpes de un adolescente de 18 años, serían alojados en el penal de Dolores, el más sobrepoblado de la provincia de Buenos Aires. La noticia no sólo conmocionó la tranquilidad de los lugareños, sino que arengó al resto de la población carcelaria.
"Les cantaron eso durante toda la primera noche", reconocen los vecinos. "Normalmente no hay problemas, es un penal tranquilo. Más que el movimiento habitual de visitas semanales, no pasa nada. Pero esto cambió todo", suman.
Aunque alejados del resto de los reclusos por expreso pedido de la fiscal de la causa, Verónica Zamboni, los rugbiers escucharon la "bienvenida tumbera". En efecto, fue la primera noche que pasaron en una cárcel, dado que hasta el momento estuvieron detenidos en comisarias: primero en Villa Gesell y luego en Pinamar.
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"La visita del abogado fue clave y no tuvo que ver sólo con la causa. Hay discrepancias internas, se están peleando. Muchos de ellos, los que menos participación tuvieron en el homicidio, están planteando que quieren abrirse. La convivencia no está siendo pacífica, el grupo definitivamente se quebró", confiaron a BigBang desde el entorno de los imputados.
Al momento, hay dos bandos. Por un lado, los "más complicados" encabezados por Thomsen, quienes insisten en la "defensa en bloque". Atrás de él se encolumna Ciro Pertossi, también sindicado como "coautor del homicidio"; su hermano menor, Ciro -quien fue ubicado por testigos en el momento del homicidio y es sindicado como el arengador del 'roce' dentro del boliche Le Brique-; y Lucas Pertossi, primo de ambos.
"La resistencia se la están presentando dos de los chicos que menos complicados están. De hecho, pese a que se dijo que uno había sido reconocido por los testigos, en la causa no figura eso", advierten. ¿Quiénes son los que comenzaron a romper el scrum? Alejo Milanesi, secundado por Matías Benicelli y Blas Cinalli. "La reunión con el abogado fue justamente para intentar mantenerlos unidos, pero hay una ruptura. Probaron el sabor amargo de la cárcel, pese a que están en un sector resguardado, y empezaron a caer en la realidad de que pueden enfrentar una pena máxima si siguen en bloque".
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En tanto, la vida en el penal también comenzó a quebrantar voluntades. "Nadie está acostumbrado al encierro, es antinatural; más allá de la clase social a la que uno pertenezca". Si bien es cierto que los diez imputados permanecen en condiciones notoriamente mejores a las del resto del penal, hubo algo que su abogado no pudo conseguirles: "menú vip". "La celda en la que están no tiene cocina, por lo que tienen que sí o sí alimentarse con la comida que ofrece el penal. Los alimentos que sus familiares pueden llevarles tienen muchas restricciones".
El almuerzo de los presos en el penal de Dolores
Lunes: fideos con carne. Martes: arroz con carne. Miércoles: polenta con carne. Jueves: fideos con carne. Viernes: arroz con carne. Sábado: arroz con carne. Domingo: polenta con carne. La cena también es rutinaria: se alterna entre pizza y empanadas. "El hacinamiento constatado genera un régimen de vida sustentado en el aislamiento extremo, la escasa circulación y realización de actividades; lo que provoca gran cantidad de horas de encierro", advierte el habeas corpus presentado por la Comisión Provincial de la Memoria. Sin embargo, los diez imputados serán alojados en el Pabellón 10 bis, uno de los más nuevos, que además se encuentra alejado del resto de los reclusos.Cabe destacar que, de acuerdo al Informe realizado por la Comisión de la Memoria, el penal de Dolores fue en 2018 el más sobrepoblado: alojó a 3.4 personas cada una plaza. La decisión de que los rugbiers sean trasladados a uno de los pabellones más seguros y renovados causó indignación entre los amigos y familiares de la víctima. La explicación judicial radica en que el pedido de la defensa tomó como amenaza el video en el que un grupo de reclusos del penal de Florencio Varela arengaba la "llegada de los rugbiers" y anticipaba una "bienvenida tumbera".