Desde la madrugada del último jueves la desesperación y el terror invadió a los vecinos de Ezpeleta, Quilmes, a raíz del brote psicótico que sufrió una mujer de 46 años. Luego de mantener una discusión con ex pareja, le robó el arma 9 milímetros a su padre, un ex policía y efectuó disparos al aire. Gracias a un llamado que recibió el 911, y tras más de nueve horas de trabajo, la acusada se entregó a la Policía.
Todo comenzó minutos antes de la medianoche cuando un hombre que tiene domicilio en la zona se comunicó con la fuerza policial para denunciar a sus vecinos, ya que según su relato, se escuchaba una fuerte discusión entre la mujer y su ex pareja, quien había ido a buscar a su hijo. No obstante, cuando la Policía llegó al lugar, dijeron que todo estaba bien y hasta ahora, no trascendió el motivo de dicha disputa.
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Minutos después, cerca de la una de la madrugada, varios disparos fueron emitidos desde el interior del hogar e impactaron en un muro de la finca familiar. Desde ese momento, se coordinó un intenso operativo en conjunto entre el Grupo Táctico Operativo (GTO) de la Policía Bonaerense, con varias ambulancias del SAME, en donde un especialista del grupo Halcón mantuvo una comunicación con ella.
No obstante, tras ver la gravedad de la situación, la mujer se atrincheró en el último piso de su vivienda y cortó la comunicación con todos los presentes. Por esta razón, desde las nueve de la mañana la zona cercana a Lavalle al 5000 de dicha localidad, se mantuvo cortada, así como también se le prohibió el acercamiento a los vecinos.
Cerca de las 15 horas, la mujer decidió entregarse a las fuerzas que estaban en el lugar, a cargo de la fiscalía a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Quilmes y fue trasladada en ambulancia al Hospital de Quilmes. Si bien el episodio podría haber tenido un final terrorífico, ya que las balas podrían haber lastimado a alguien, en esta ocasión no hubo heridos.