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"Te ato a un ancla y te tiro al Paraná": el escalofriante relato de la mujer que fue secuestrada por su marido

El audio que logró salvar a la mujer de 42 años.

14 Febrero de 2023 11:07
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J.C.A, de 52 años, imputado por cuatro delitos en contexto de violencia de género, quedó el domingo detenido por el equipo de rescate de la DDI de San Isidro y de la Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) del Partido de la Costa luego de haber secuestrado a su mujer. Según trascendió: su esposa fue amenazada, golpeada, abusada y retenida por su pareja en una casa de un barrio privado de Costa Esmeralda, al norte de la localidad balnearia de Pinamar, solo porque se quería separar y éste no se lo permitió.

La denuncia en su contra la hizo el sábado la hermana de la víctima, de 42 años, cuya identidad se resguarda. Ésta se presentó en la Comisaría de la Mujer de San Fernando para exponer el secuestro mediante un audio que previamente le había enviado su hermana para pedirle ayuda. Según investigadores judiciales, el hombre, antes del secuestro, la había llevado al muelle de la casa que tienen en el delta de San Fernando, sobre el Canal de la Serna, en medio del Delta y alejado de la zona de Tigre, la apuntó con un arma y le había dicho: “Te voy a meter cinco tiros”. "Te ato a un ancla y te tiro al Paraná", fue la otra amenaza. 

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“Hoy la mujer está muy angustiada, aún en estado de shock, pero logró contar que hacía seis meses que se quería separar, que él no lo aceptaba”, contaron fuentes cercanas a la causa. El imputado es dueño de una gomería en el partido de Tigre, llegó en la madrugada del martes trasladado desde la Sub DDI del Partido de la Costa, a la DDI de San Isidro y de allí fue llevado esta mañana a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de San Fernando Oeste para su indagatoria. 

El agresor pidió ante la jueza Andrea Rodríguez Mentasty, del juzgado de Garantías 3 de San Isidro, postergar 24 horas su testimonial para ser representado por un abogado particular en lugar del defensor oficial que le habían asignado. Rodríguez Menasty convirtió la aprehensión del imputado en detención formal y el hombre quedó preso, acusado de cuatro delitos en contexto de violencia de género: privación ilegal de la libertad agravada por la relación de pareja, abuso sexual con acceso carnal, amenazas agravadas por el uso de armas y tenencia ilegal de armas de fuego de uso civil y de guerra.

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El pasado 29 de enero, la mujer fue obligada por su marido a ir a Costa Esmeralda, donde la tuvo retenida y aislada hasta el domingo. La encerró junto a sus hijos de 5, 8 y 10 años, en el predio del lote 64, del Barrio Golf 1, de Costa Esmeralda, y le quitó el celular. De alguna manera que aún no está esclarecida, la mujer pudo contactarse con una tía que se encontraba cerca y fue a visitarlos.

En un descuido del hombre, la tía le pasó su celular y, desde allí, pudo enviarle un audio a su hermana. “A partir de este teléfono, ella puede mandar un audio a su familiar a Buenos Aires y con ese audio hace la denuncia”, sostuvo el fiscal Matías López Vidal de la causa. El audio que relataba su situación era de alrededor de ocho minutos de duración.

Consultado sobre si la víctima estaba encerrada o secuestrada en la casa de la costa, López Vidal aclaró: “La privación ilegal de la libertad en este contexto de género es diferente a lo que nosotros conocemos como una privación ilegal de la libertad clásica. Porque se da en otro contexto, donde hay otro tipo de presión, es otro tipo de poder, del hombre sobre la mujer”.

Y explicó que, en este caso, había una “dependencia económica”, que la pareja vivía “en una isla alejada del continente” donde a ella se le dificultaba “la posibilidad de pedir algún tipo de ayuda” y que los tres hijos del matrimonio eran otro “elemento de presión”, explicó el fiscal. La mujer ya está con su familia en Buenos Aires, ya se puso a su disposición el “equipo interdisciplinario” de asistencia a la víctima que trabaja para la UFI y que cuando sea el momento adecuado se la citará para ampliar la denuncia.

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