16 Mayo de 2023 16:51
“Escribí bien hdp que no te entiendo”, fue la respuesta que recibió Francisco Sáenz Valiente cuando le informó a su primera invitada que tenía un cóctel de drogas en su casa. Pasada la medianoche del 30 de marzo, el acusado por la muerte de Emmily Rodrigues le escribió a una de las testigos del hecho, y la invitó a su casa ya que estaba solo.
En su primer mensaje, Sáenz Valiente escribió: “Tengo coasa”. Algo que la joven no supo interpretar, y le respondió: “Escribí bien hdp que no entiendo”. Para despejar dudas, Sáenz Valiente le contestó:“Tengo tusi, coca y faso”. Cabe destacar, que en la investigación que respecta a su celular, también se encontró la conversación con su dealer.
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“Hola, qué tal. 2 blancos y 1 tus”, fue el pedido que Sáenz Valiente le hizo a la persona que le vende las drogas. Al unísono que hacía esta maniobra, el acusado invitó a la primera mujer que llegó al domicilio, y le dijo que estaba escuchando música solo.
Seguido a esto, la joven: “Ah. Tenés de todo. Hdp. Por 10 voy dos horas nada más. Ya te conozco amixxx”. Sin embargo, y aunque su mensaje fue difícil de descifrar, la testigo le escribió que pedía el auto y se dirigía hacia la dirección, pero que le avisaba cuando estuviese abajo para que le abone la tarifa.
Tras concretar dicho encuentro, y gracias a la exactitud de las pericias telefónicas, apareció la víctima en la escena. Sáenz Valiente le escribió a Juliana Magalhaes Mourao, médica que se encontraba con Rodrigues en un bar, y le pidió que se dirigiera a su domicilio con sus amigas. Entre ellas, Emmily.
“No boluda, yo ya fui a 'Isabel'. No voy a volver a 'Isabel' gorda, yo ya estoy acá. Andá a Isabel y trae a tus amigas para acá. Yo ya hice, ya salí de Isabel por vos”, le afirmó el acusado haciendo referencia al bar ubicado en la zona de Palermo.
2:15 de la madrugada, la mujer le escribió que estaban yendo a su domicilio. 3:21 llegaron a su departamento, y hasta por lo menos cinco horas más tarde, luego de que Rodrigues cayera de la ventana del departamento ubicado en el barrio porteño Retiro, nadie supo qué pasó.