Magali Gómez Acosta tenía 23 años cuando la madrugada del 25 de diciembre fue embestida por una Dodge Ram que iba a alta velocidad por la Ruta Nacional 226. La joven iba a bordo de una moto Gilera Smash, junto a Alberto Nahuel Aguera, cuando la camioneta manejada por Daniel Alfonso Portela, de 45 años, los chocó en el kilómetro 169 por detrás: como consecuencia del impacto, ambos llegaron en grave estado al Hospital Santamarina.
Tanto Magalí como Aguera -que se encontraban en una relación desde el 11 de diciembre- presentaban graves lesiones. Pero el mayor daño se lo llevó la joven de 23 años, quien finalmente murió alrededor de las 5 de la mañana por la gravedad de las lesiones que recibió. "Mi hermana se estaba conociendo con este chico y salió a dar una vuelta, una vuelta que le costó la vida", le relató a BigBang Nayla Gómez, hermana de la víctima.
Y agregó: "Salió como cualquiera, a dar una vuelta. Pero 3.40 nos llaman para avisarnos que mi hermana había sufrido un accidente. El impacto fue tan fuerte que estuvo unas horas en el hospital y luego falleció. La llamaron a mi mamá, le preguntaron si Magali estaba en la casa y cuando ella les responde que había salido, le contaron que había sufrido un accidente. Pero nadie nos contó cómo había sido el accidente o qué había pasado".
Magali era madre de cuatro chicos, dos mellizos de tres años, uno de dos y una nena de 8 meses. Todos ellos habían quedado al cuidado de sus padres en la casa que tienen ubicada en el barrio ProCasa 2, Tandil. "Ella le había dicho a su mamá antes de salir: ´vieja no te vayas a acostar que cuando vuelva te plancho el pelo´. Pero en una hora pasamos de ser abuelos a ser padres otra vez", recordó Miguel Gómez, padre de la víctima.
En ese marco, contó que al llegar a la guardia del Hospital Santamarina, les dijeron que su hija estaba "grave" y minutos más tarde, la policía trasladó al nosocomio a Portela. "Lo sentaron delante mía, pero yo no sabía que había sido él, el que atropelló a mi hija. "A las 5 nos dijeron que Magali había sufrido dos paros cardiorrespiratorios y que falleció. Ahí vinieron cinco patrulleros y se lo llevaron", relató visiblemente dolido.
Enojado por el accionar de la policía y la actitud del fiscal Morey, de la UFI N°8, a cargo de la investigación del hecho, aclaró: "A la policía no le tengo confianza, no me quisieron explicar nada. Tuve que ir a la policía vial para que me digan más o menos cómo había sido el accidente. La moto en una foto sale tirada en la ruta y en otra está parada en la ruta. La policía la manipuló todo el tiempo", disparó.
Y continuó: "Como hay feria judicial, el fiscal no nos quiso atender y todavía no sabemos si estaba alcoholizada. Pero los pasó por arriba. Pórtela es un empresario acá, tiene empresas, camiones, venía de una fiesta. Es de esos que por tener plata se piensan que son dueños de todo. No fue capaz de acercarse. Y el pibe que iba con mi hija, que estuvo tomando mate en mi casa, salió a decir que no la conocía y que la había levantado en la ruta".
Al mismo tiempo, Miguel relató que recibieron "amenazas" para "callarlos" y evitar que el tema saliera a la luz. "Una camioneta con las patentes paradas se estacionó enfrente de la casa de la mayor de mis hijas, Belén, y la apuntaron con un revolver. Nosotros queremos justicia. Fui a ver cómo quedó la Dodge Ram y tenía la marca de la cabeza y los brazos de mi hija. Nos arruinó. Nos mataron en vida", concluyo.
Por otra parte, Nayla remarcó que se dirigió al lugar del accidente y que no le permitieron acceder al lugar del hecho. "Nos encontramos con la RAM, con la moto del lado contrario de la ruta. Yo la vi a mi hermana antes de irse, antes de subirse a la moto. Ella estaba bien, se fue con una sonrisa, la llené de besos y le di un abrazo. Nunca en mi vida pensé que iba a ser la última vuelta de su vida", reveló, entre lágrimas, y pidió justicia.
La familia de Magali busca saber a qué velocidad venía la Dodge Ram, si Portela había consumido alcohol o algún estupefaciente e intentarán por todos los medios cambiar la carátula del hecho de "homicidio culposo" a "doloso. "Portela y Aguera no tuvieron la dignidad de contarnos qué pasó. El chico con el que salía mi hermana la bloqueó de todos lados y desapareció. Mis sobrinos llaman a su mamá y no tenemos el valor de decirles la verdad", cerró.