La violencia machista no tiene límites. Y este caso hace de esa frase una literalidad. Hace pocos días, María Alejandra contó la pesadilla que vivió durante el último tiempo cuando su ex marido viajó a Madrid, España, con el objetivo de matarla. El hombre tenía 30 denuncias por violencia y 12 perimetrales desde 2010, cuando se separaron. La Justicia nunca hizo nada por cuidarla.
Entonces, harta del sufrimiento, la mujer decidió dejar argentina y comenzar una nueva vida en Madrid. Jamás pensó que el criminal la seguiría. Apenas un año y medio después de instalarse en España, su ex apareció en la puerta de su trabajo, luego de hacer un seguimiento para dar con ella.
Logró escapar en esa ocasión. Pero no sabía de la mente perversa del violento. El ex le había colocado un celular con GPS en su auto para poder localizar su hogar y matarla ahí. "Nos mudamos después de 30 denuncias por amenazas, 12 perímetros de exclusión, nos vinimos acá tratando de encontrar paz, y cuando llego del colegio veo algo tirado en el garaje", relató la víctima en una entrevista.
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Entonces, al ver un teléfono con cinta, decidió llevarlo a la Policía. Era el aparato que el hombre había pegado en el paragolpes para seguirla. "Fui hacer la denuncia y en ese momento les conté mi situación. Ahí la Policía me dijo que el chip había sido comprado por este hombre con pasaporte argentino", explicó María Alejandra.
El panorama se puso mucho peor. La Policía le confirmó que tenía que esperar a que Migraciones le confirmara si el hombre había salido de España. La noticia fue negativa: el agresor seguía en Madrid. Entonces le tuvieron que poner una guardia diaria. "No sabemos si falló la institución o la comunicación del juzgado de familia", explicó la víctima, sobre la salida de su ex de Argentina, algo que tenía prohibido.
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Horas después de la denuncia en España, el violento amenazó a sus hijos en común por teléfono. “Me decía 'no llegas a los 40?, 'Ojo por ojo' y hasta me dio a entender que le había pagado a alguien para que me mate a mí y a mis hijos. Le mandaba mensajes a mi actual marido y a mi hija mayor le dijo que era una traidora, que manipulaba a sus hermanos para ponerlos en contra de él”, contó María Alejandra.
Finalmente, el hombre fue detenido pero salió en libertad a las pocas horas con una tobillera electrónica y tiene una orden de restricción de un kilómetro sobre la mujer. Tampoco puede ingresar al ayuntamiento en donde ella vive. Pero lo llamativo es que puede residir en España como turista por tres meses más.
“Siempre fue una persona violenta. Nos separamos en el 2010 y ahí empeoró todo. En 2011 fue a buscar a mis hijos a la casa de mi mamá, rompió un vidrio, sacó un arma de fuego y los amenazó. Después escribió las paredes con sangre", contó María Alejandra, que ahora tiene guardia dentro y fuera de su hogar a toda hora. "En ese momento la Justicia le dio 1 año y 9 meses de prisión en suspenso, pero no estuvo preso", c