Un disparo de por medio. Un intento de femicidio. Un hombre como agresor con un revólver en sus manos y una mujer que ahora pelea por su vida. La violencia de género no da respiro. El lunes por la madrugada, los vecinos de Tandil se despertaron con un ruido inusual que encendió todas las alarmas y llegaron a encontrar una lamentable y horrorosa imagen poder dar aviso a la Policía.
El suceso tuvo lugar en la calle Colombia al 200 mientras transcurría la madrugada del lunes. Antes de que salga el sol y comience la plena luz del día, Guadalberto Casco, de 57 años, se escondió detrás de un árbol, sorprendió a su ex pareja, María Alejandra Conesa y le disparó a poca distancia directamente en la cabeza.
El ruido del disparo llamó la atención y los vecinos del lugar se asomaron para ver qué era lo que había pasado. Ahí mismo se encontraron con una triste y desagradable imagen: la víctima, de 60 años, tirada sobre la vereda con el tiro efectuado en su ojo izquierdo lo que provocó una herida y pérdida total de sangre.
Enseguida se alertó al número de emergencias y en cuanto la Policía y la ambulancia se hicieron presentes, Conesa fue trasladada al hospital Municipal Ramón Santamarina en donde fue dirigida hacia terapia intensiva en grave estado y ahí mismo pudo relatar lo que había ocurrido. "Él conocía el camino que hacía ella para llegar a su casa y la esperó escondido detrás de un árbol para sorprenderla. Cuando la enfrentó, empezaron a discutir y sacó de su bolsillo un revólver calibre 32 con el que le disparó", indicaron las fuentes cercanas al caso.
A las horas siguientes de ser trasladada al Hospital, los médicos encargados de asistirla constataron en el parte médico que su cuadro fue mejorando y detallaron lo ocurrido: "Recibió un disparo en la órbita izquierda y permanece en terapia para control".
La mujer de 60 años le había realizado una denuncia por violencia de género en diciembre del 2022. La misma fue radicada en la Comisaría de la Mujer ubicada en Tandil y a raíz de eso, la Justicia determinó imponerle una restricción de acercamiento por un total de 90 días.
En esos 90 días que pasaron Conesa pudo continuar con su vida con normalidad pero terminado el tiempo, todo se volvió una pesadilla de terror que después de siete meses culminó con un intento de femicidio. Teniendo en cuenta la denuncia realizada, la violencia ejercida anteriormente y los datos aportados, se emprendió un operativo para dar con el agresor y de una buena vez poder detenerlo.
Tras un intenso operativo de rastrillaje y allanamientos en su domicilio, la Policía pudo dar con el agresor que se encontraba refugiado en la calle Darregueira al 600, lograron detenerlo y por consiguiente, secuestraron el arma que utilizó para el intento de asesinato a quien fue su novia. Ahora, se encuentra imputado por el titular de la Fiscalía N°21 con una causa caratulada como "homicidio agravado en grado de tentativa".