08 Marzo de 2016 04:24
Los peritos de la Policía Federal Argentina (PFA) que viajaron a Ecuador para tratar de identificar los cuerpos que según la Justicia y la Policía local pertenecen a las mochileras mendocinas no pudieron tomar las huellas dactilares de los cadáveres en la morgue de la ciudad de Guayaquil porque no tuvieron autorización oficial.
“Si no tenemos la decisión absoluta del fiscal general no podemos tomar esa muestra -explicó el comisario inspector Francisco Daniel Guglielmo-
Los cuerpos de las jóvenes argentinas continúan siendo analizados.
El comisario inspector Francisco Daniel Guglielmo, jefe del Departamento Identificaciones Personales; la perito en Rastros, Brenda Ortíz; el perito de Laboratorio Químico, Jorge Ossola; y el médico legista Javier Ureta Sáenz Peña, informaron ayer por la noche en que sólo pudieron extraer ADN, pero no las huellas de los dedos porque no los autorizó el fiscal general local Galo Chiriboga.
Los familiares de las jóvenes esperan los resultados de los cotejos de ADN.
“Si no tenemos la decisión absoluta del fiscal general no podemos tomar esa muestra”, dijo esta noche Guglielmo en una conferencia de prensa brindada en el Hotel Wyndham, en la que precisó que si lograban levantar las huellas tendrían “el cien por ciento de certeza de las identidades y en breve tiempo al llegar a Buenos Aires”.
Tras aclarar que sólo tomaron “rastros biológicos” que le permitirán realizar estudios de ADN comparativos con familiares de las víctimas, Guglielmo afirmó: “Se logró en parte el objetivo que deseábamos”.
Los peritos esperan la autorización para registrar las huellas de las mendocinas.
Si la Justicia ecuatoriana ya considera identificados los cadáveres de Marina Menegazzo y María José Coni es un misterio. Los peritos argentinos coincidieron en expresar que no lo saben. “Estamos a la expectativa de que nos autoricen” a tomar las improntas papiloscópicas para poder volver a la Argentina con todos los elementos para la correcta identificación científica, concluyó el comisario inspector Guglielmo.
TÉLAM