Una jubilada de 71 años recibió una paliza en un robo por parte de tres delincuentes, dos de los cuales son menores de edad, en la localidad de Villa Maipú, en San Martín. Todo sucedió cuando los tres ingresaron a su casa, la maniataron y golpearon hasta encontrar dinero.
Tras el ataque, la víctima, Olga, relató que los delincuentes “serrucharon” la reja de su casa, situada en la calle Ituzaingó al 1700 para luego forzar su ingreso a la vivienda. Luego de eso empezaron a golpearla para exigirle dinero. “Así me dejaron tres personas, tres hombres: dos mocosos de mierda entre 13 y 15 y un hombre de 40 que me pegó con un arma”, explicó la mujer, que es viuda y vive hace 58 años en esa casa donde crió a sus hijas.
Del "me puso la mano abajo de la pollera" al "hay que poner el cuerpo": las denuncias contra Gianola
Durante toda una hora los delincuentes estuvieron dentro de la vivienda de Olga golpeándola y reclamando un dinero que sostenían que ella tenía guardado. “Me pedían plata y yo les dije 'no tengo', hasta que encontraron. Pero mientras tanto me agarraban de los pelos. Hasta el ropero me rompieron buscando plata”, contó en declaraciones al canal de noticias TN.
“Me llevaron media jubilación y todo el aguinaldo que estaba guardando para arreglar la casa”, dijo en otro tramo de la entrevista. Incluso, Olga relató que los tres delincuentes se llevaron hasta su tarjeta SUBE.
“Me llevaron la SUBE, el carnet de las vacunas, el recibo de sueldo, un tacho de pintura y dos pinceles...mirá si no son ratas”, dijo. Tras dar aviso a la policía, efectivos de la Comisaría 6° de San Martín fueron hasta la casa y Olga fue trasladada en una ambulancia al Hospital Belgrano en la localidad de San Andrés, donde recibió atención médica y luego fue dada de alta. “Me atendieron muy bien pero ni gasas tenían para curarme. Tuve suerte de que no tengo fracturas pero tengo que volver en 3 o 4 días”, señaló.
“Yo creo que tenían un mal dato. El tipo estaba armado, me pegaba con el arma y el chiquito me arrastraba de los pelos. Por lo menos quedé viva. ¿Les tengo que agradecer?”, continuó Olga muy dolida.