13 Febrero de 2025 09:23
![Ocurrió sobre la Avenida Cabildo, entre Monroe y Blanco Encalada](https://statics.bigbangnews.com/2025/02/crop/67ade39dc23df__400x300.webp)
En una madrugada que pudo haber terminado en tragedia, el rugido ensordecedor de un motor a toda velocidad rompió la calma en el barrio porteño de Belgrano. Eran apenas las 2 de la mañana cuando un Chevrolet Cruze, conducido por un hombre de 57 años, se convirtió en un misil fuera de control. Sin respetar semáforos ni advertencias, su carrera desenfrenada por la Avenida Cabildo terminó en un brutal choque que dejó a cuatro personas heridas y una escena de destrucción difícil de olvidar.
El desenlace fue tan violento como predecible. Al llegar a la intersección de Cabildo y Blanco Encalada, el Chevrolet embistió con fuerza a una camioneta Jeep. El impacto fue tan potente que ambos vehículos quedaron inutilizados en segundos. Pero la pesadilla no terminó allí: el auto, impulsado por la inercia, subió a la vereda, derribando un puesto de diarios y sembrando el pánico entre los pocos testigos nocturnos. Minutos después, el SAME llegó para asistir a los heridos.
Cuatro personas -un hombre y una mujer en cada vehículo- sufrieron politraumatismos y tuvieron que ser trasladadas de urgencia para recibir atención médica. Mientras tanto, los oficiales de la Comisaría Vecinal 13 ya tenían claro que este no era un accidente más: la Unidad de Flagrancia Norte ordenó la detención del conductor del Chevrolet, y el test de alcoholemia no tardó en confirmar las sospechas. Con 1,05 gramos de alcohol por litro de sangre, el hombre manejaba con más del doble del límite permitido para un conductor particular.
Sin embargo, la imprudencia de este automovilista no era un hecho aislado. Las bases de datos revelaron un historial de irresponsabilidad alarmante: casi 20 multas acumuladas en la Ciudad de Buenos Aires, por un valor de 1.417.950 pesos. Excesos de velocidad, barreras de peaje forzadas y un desprecio absoluto por las normas de tránsito eran solo algunos de los antecedentes que lo precedían. Ahora, la Justicia deberá determinar su futuro, mientras las víctimas intentan recuperarse del susto y de las heridas provocadas por un acto de inconsciencia que, esta vez, no terminó en una tragedia mayor por mera casualidad.