Monte Quemado, una tranquila localidad en Santiago del Estero, se convirtió en escenario de una tragedia que conmociona al país. Nicolás Ábalos, un policía que hasta entonces parecía llevar una vida común, desató una masacre el viernes pasado. Su hija de un año y su ex suegra fueron las principales víctimas mortales de un ataque que dejó heridos a otros miembros de la familia y culminó con el suicidio del agresor.
En la madrugada del 20 de octubre, el barrio El Triángulo despertó entre disparos y gritos desesperados. Ábalos irrumpió violentamente en la casa de sus ex suegros portando dos pistolas, una calibre 9 mm y otra .45. Con frialdad, disparó indiscriminadamente contra los presentes. Divina Collage, de 62 años, y Bianca, la hija menor del atacante de apenas un año, murieron en el acto. Su ex esposa, Lorena Navarro, junto a su hijo de 9 años y su padre, Víctor Navarro, resultaron heridos.
Según testigos, el niño logró escapar milagrosamente tras ser alcanzado en la pierna. Su valentía fue clave para alertar a los vecinos y movilizar a las autoridades. Luego de perpetrar el ataque, Ábalos volvió a la casa y, en un acto final, se disparó en la cabeza. El fiscal Santiago Bridoux, encargado del espeluznante caso, confirmó que el asesino tenía consigo un cargador extra, lo que sugiere que el acto pudo haber sido premeditado. "Había casquillos de dos calibres en la escena. Usó ambas armas para disparar. No hubo intercambio de balas; todo el ataque fue unilateral", detalló Bridoux al dar detalles de la investigación que lleva adelante
La relación entre Ábalos y Navarro estaba marcada por episodios previos de violencia. En diciembre de 2021, Lorena había presentado una denuncia contra él por amenazas de muerte. Sin embargo, tras una breve separación, retomaron la relación y nació Bianca, la bebé que fue asesinada en este ataque. Aunque no hubo denuncias posteriores, la tensión en la pareja seguía latente. El fiscal confirmó que la joven regresó a vivir con sus padres tras una nueva separación. La noche del crimen, había ido a buscar a su hija a la casa que compartía con Ábalos, pero volvió desesperada pidiendo ayuda, alertando que él venía armado.
El barrio El Triángulo está sumido en el dolor y la impotencia. Vecinos y familiares exigen justicia y una reflexión profunda sobre cómo prevenir tragedias similares. Mientras tanto, Lorena y su padre permanecen internados en estado reservado, pero los médicos son optimistas respecto a su recuperación, al menos en la parte física. El niño de 9 años, aunque fuera de peligro físico, enfrenta ahora el desafío de reconstruir su vida tras presenciar el horror. "El asesino usó dos pistolas y tenía un cargador extra en el bolsillo. Disparó con las dos armas, por eso había dos calibres en el lugar", informó el fiscal Bridoux.
La investigación continúa, pero para los sobrevivientes y la comunidad de Monte Quemado, las heridas que dejó este crimen tardarán mucho más en sanar que las cicatrices físicas. Según se detalla en la investigación, Ábalos y su ex mujer tuvieron una discusión y ella "volvió pidiendo auxilio a la casa de sus padres, cerró la puerta y dijo que él venía con el arma. De repente, rompió la puerta y acribilló a toda la familia". "Testigos vieron que le disparó al hijo de 9 años, que salió solo con lesiones en la pierna y está fuera de peligro. El nene logró escapar y se cubrió detrás de un auto, mientras que Nicolás volvió a la casa y se pegó un tiro en la cabeza", cerró el fiscal.