27 Julio de 2022 15:59
En la tarde del viernes 22, una nena de 7 años, a la que llamaremos N. para cuidar su integridad, jugaba a las escondidas con un vecinito, en el barrio los Boulevares de Córdoba. Ninguno de ellos, ni sus familias intuían que el peligro se acercaba.
En un momento, N. se mantenía oculta atrás de un árbol, a pocos metros de su hogar, cuando un hombre se acercó y le dijo: “¿Te gustan los gatitos?”. Con inocencia, ella le dijo que sí. Entonces el mayor le dijo que la acompañara porque quería regarlarle unos gatitos que había encontrado. Ella aceptó. Lo peor estaba por pasar.
Pocas horas después, la madre de la nena se acercó en medio de una crisis al hospital zonal. Su hija había sufrido múltiples violaciones. Enseguida, la Policía provincial se acercó al lugar para tomarle la denuncia. Como pudieron, en medio del llanto y la desesperación, pudieron reconstruir lo sucedido.
De acuerdo a la denuncia de la mamá de la menor, luego de que aceptara ir a buscar los supuestos cachorritos, la menor caminó una cuadra con el hombre. Luego aparecieron dos más, quienes la tomaron de sus manos y le dijeron que entrara a una casa. Según pudo determinar la Policía, dicha propiedad está ubicada a tres cuadras de su hogar.
En una entrevista, la mamá dijo sobre el ataque que sufrió la chiquita en apenas entró al lugar: "Le dijeron que tenían gatitos entonces cuando entró le taparon la boca y la acostaron en la cama. Estaban alcoholizados".
El caso de la niñera acusada de abusar de una nena de 9 años y de obligarla a ver cuando tenía sexo con su novio
Tras el ataque, un par de horas después, la nena corrió hasta su casa como pudo y le dijo a su madre, mientras lloraba: “Mamá, me violaron”. De inmediato, la mujer la llevó al nosocomio, donde le realizaron curaciones en su cuerpo y le aplicaron el protocolo para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Tras la denuncia policial, la menor contó en el Polo de la Mujer de Córdoba que apenas la metieron en el lugar, la manosearon, le sacaron su vestimenta y luego ocurrió el abuso. “Me pude escapar porque el dueño de la casa se durmió y los otros dos se habían ido del lugar”, afirmó. Ya hay un detenido y buscan a los otros dos violadores.
Otro caso terrible
En abril, un hecho indignante sacudió a una familia en la localidad de Chos Malall, en la provincia de Neuquén. Un policía secuestró, molió a golpes y violó a una nena de 5 años. El delito quedó registrado en una cámara de seguridad el momento en el que amenaza a la chiquita para que suba a su auto.
Según el relato de la nena, el hombre la interceptó y la amenazó con un arma cuando ella salía de comprar chupetines en un kiosco ubicado a pocos metros de su casa. En unos segundos, cuando su abuelo se descuidó, apareció el abusador, la secuestró y luego la golpeó salvajemente para que no gritara.
Afortunadamente, la nena quedó con vida, pudo escapar y avisarles a sus familiares lo que había ocurrido. Enseguida realizaron la denuncia. Mientras la nena era internada en un hospital, el hombre fue capturado por sus compañeros policías un par de horas después. Y cuando descubrieron sus antecedentes, quedaron todos impactados.
Su hija desapareció hace 9 años y creyó que estaba a punto de rescatarla de un burdel: "¿Quién les avisó?"
Según el relato de la víctima, Roxana Albarrán, la nena desapareció en un instante. “Mi papá la vio entrar al kiosco e ingresó a su casa dos segundos a buscar un destornillador, salió y como mi sobrina no aparecía, fue al comercio y le dijeron que había comprado chupetines y que se había ido”, explicó.
Y agregó: “La nena está mal, no se despega de su mamá. Este tipo la agredió, le decía: “Te callas, o si no te pegó”. Y le pegó mucho. La dejó destruida. Ella llora mucho. Está muy mal. No sé cómo vamos a seguir. Nos arruinó la vida”.
Tras su detención, la causa quedó caratulada como “abuso sexual gravemente ultrajante en concurso ideal con privación ilegítima de la libertad, doblemente calificado por la edad de la víctima y por ser el acusado un funcionario policía”. Los investigadores pudieron revisar las grabaciones de una cámara de seguridad y confirmaron que él la había secuestrado y violado.
El abusador era miembro de la Policía de la Provincia de Neuquén. Ya fue dado de baja y se encuentra en un calabozo de la comisaría de la zona. Además, la Justicia confirmó que el acusado tenía otra causa previa por posesión de pornografía infantil. La Justicia nunca hizo nada y lo dejó seguir ejerciendo como policía.