23 Diciembre de 2022 12:27
Luis Mieres tiene 71 años, trabajaba como pizzero y hace dos años mató y enterró en su local de comida -ubicado en el partido bonaerense de Ituzaingó- a Jorge Daniel Zágari, de 53 años y uno de sus empleados, para no pagarle el dinero su salario. El homicida fue condenado a la pena de prisión perpetua por un tribunal que consideró que el crimen fue cometido por "codicia".
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de Morón condenó a Mieres a la pena máxima como autor del delito de "homicidio agravado por codicia". Además, los jueces también condenaron al hijastro del pizzero a dos años de prisión por el encubrimiento del hecho. "El autor del homicidio fue condenado a perpetua que es lo que estábamos buscando desde el inicio y por eso estamos conformes", dijo el abogado Martín Meyer, quien representó a la familia de la víctima.
Martín Silva Albornoz tiene 25 años, es el hijastro del acusado, recibió dos años de prisión por "encubrimiento agravado" y quedó en libertad, ya que cumplió la totalidad de la pena en prisión. Los jueces Julia de la Llana, Marcos Lisa y Gabriel Sotelo coincidieron con el fiscal Patricio Pagani que había pedido en su alegato la perpetua para Mieres por el delito de "homicidio calificado por codicia" y descartó el agravante de la "alevosía" por la que también había llegado acusado.
Durante el juicio pasaron más de 20 testigos entre la médica legista, policías, amigos, familiares y exempleados de la pizzería. "A nosotros como querella nos hubiera gustado el doble agravamiento pero se lo condenó solo por codicia, de todas formas la familia está conforme con la perpetua", sostuvo el abogado Meyer.
Ambos acusados no declararon y en sus "últimas palabras" Mieres intentó excusarse al decir que no tenía ninguna deuda con la víctima, pero la presidenta del Tribunal le explicó que ya había pasado su oportunidad de declarar y luego de eso prefirió no decir nada más. Zágari desapareció el 9 de diciembre de 2020 y su cuerpo fue encontrado 6 días después, enterrado y tapado con una carpeta de cemento en la casa de su empleador, en Ituzaingó.
Según la autopsia, el hombre fue apuñalado en el estómago y fue atacado a golpes con una barreta, luego enterrado en una fosa ubicada en el fondo de la casa de su empleador, situada en la calle Pérez Quintana al 3300, de dicho partido, y finalmente tapado con cemento.
En base a la confesión que brindó el acusado en sede judicial al ser detenido y a los testimonios obtenidos en la causa, el ataque derivó de una discusión por dinero cuando Zágari fue a cobrar su sueldo y le reclamó a su empleador deudas pendientes por meses anteriores, el aguinaldo y vacaciones atrasados, ya que estaba dispensado por padecer de diabetes.
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Cuando Mieres le dijo que no tenía dinero para pagarle porque le había ido mal a causa de la pandemia de coronavirus, se generó una pelea que aparentemente continuó con el ataque. Según los dichos del propio acusado que no repitió en el juicio, Zágari estaba cargando una bolsa de papas en su auto y aprovechó para darle un barretazo. "Confesó que le dio varios golpes en la cabeza con una barreta. Y, según testigos, se escuchó que la víctima dijo '¿qué te hice Luis?'', lo que nos permite inferir que fue el imputado, tal como luego él mismo lo dijo en la declaración", contó una fuente con acceso al expediente.De acuerdo a su testimonio, Mieres enterró al hombre en un sector del inmueble al que su esposa no iba nunca y luego lo tapó con una carpeta de cemento. Además, sostuvo que su hijastro llegó en ese momento y lo ayudó a limpiar la escena del crimen e inclusive le respondió a un testigo que la sangre que había en el piso era de un "pollo". La desaparición de Zágari se produjo el pasado miércoles a la tarde y fue denunciada el jueves por sus familiares.
Ese mismo día, el auto de la víctima, un Peugeot 405 bordó, fue encontrado incendiado en Merlo, aunque recién el domingo su familia se enteró, cuando consiguió videos del lugar del hallazgo y vio que detrás de ese rodado aparecía la camioneta Ford EcoSport negra del acusado. Mieres contó que con su hijastro llevaron el vehículo y luego lo prendieron fuego, añadieron las fuentes. El cuerpo de Zágari fue encontrado en el fondo de la casa de Mieres y fue reconocido por su sobrina, Florencia, por unas cicatrices.