El río Paraná volvió a ser escenario de una tragedia que mantiene en vilo a la provincia de Corrientes. Lo que comenzó como una salida de pesca entre amigos terminó en un desesperado operativo de búsqueda, cuando la embarcación en la que viajaban cuatro jóvenes volcó en medio de una feroz tormenta. Hasta el momento, uno de ellos fue hallado sin vida, otro logró salvarse y dos continúan desaparecidos en las aguas del caudaloso río. El fatídico episodio ocurrió el sábado en la localidad de Esquina. Cuatro amigos se embarcaron con la intención de disfrutar de una jornada de pesca, sin imaginar que la naturaleza les jugaría una trágica carta.
En medio del trayecto, una tormenta repentina golpeó con fuerza la lancha deportiva en la que viajaban, equipada con un motor de 55 HP, provocando que se diera vuelta y los cuatro tripulantes cayeran al agua. Solo uno de ellos logró nadar hasta la orilla y pedir ayuda, mientras que los demás quedaron a merced de la corriente. El domingo, los rescatistas encontraron el cuerpo sin vida de Alejandro Hernán Vega, de 34 años, a unos tres kilómetros del lugar del accidente.
Su familia, entre lágrimas y desconsuelo, confirmó la identidad del fallecido. La escena fue desgarradora: el operativo, que incluía drones, helicópteros y buzos tácticos, terminó con la peor noticia para los allegados de Vega. Sin embargo, la angustia no cesa, ya que Nicolás Álvarez, de 32 años, y Nahuel Alegre, de 26, siguen desaparecidos y cada minuto que pasa es clave para evitar una nueva tragedia. Por este motivo, el operativo de búsqueda continúa con una intensidad inquebrantable.
Personal de la Unidad Especial de Seguridad Rural y Ecológica de Esquina y Goya, Prefectura Naval Argentina, Defensa Civil, Bomberos Voluntarios y hasta civiles solidarios recorren cada tramo del Paraná con la esperanza de hallar a los jóvenes. El fiscal Gustavo Mosquera, a cargo de la causa, ordenó ampliar los rastrillajes por aire, tierra y agua, con la ayuda de dos embarcaciones y drones de última tecnología.
A su vez, buzos tácticos provenientes de Chaco se sumaron a la misión, enfrentando las traicioneras corrientes del río. La tragedia desató cuestionamientos sobre la falta de recursos para emergencias en la zona. Testigos aseguran que Prefectura no contaba con una lancha equipada para el rescate inmediato, lo que obligó a solicitar apoyo desde la ciudad de Goya. Esta demora pudo haber sido crucial en la pérdida de vidas.
Mientras tanto, las autoridades han emitido un alerta a navegantes y pobladores de la zona para que informen sobre cualquier avistamiento. Los familiares de los desaparecidos no pierden la esperanza, pero la angustia pesa como una losa sobre sus corazones. "No vamos a parar hasta encontrarlos. Queremos respuestas y que se haga justicia por nuestros hijos", exclamó entre lágrimas un allegado de Nicolás Álvarez. La comunidad entera está unida en plegarias y solidaridad, mientras los rescatistas desafían la naturaleza en la incansable lucha por devolver a dos jóvenes a sus hogares, sea cual sea el destino que les haya tocado enfrentar.