El engaño fue letal. Lucas Flores, oficial principal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), jamás imaginó que la búsqueda de un auto en la plataforma Marketplace lo llevaría a la muerte. La cita, que debía ser una transacción común, terminó convirtiéndose en una trampa mortal que dejó a su familia sumida en el dolor. Todo ocurrió en José León Suárez, una zona donde el crimen y la inseguridad parecen haber convertido las calles en territorio de nadie.
Flores, con la confianza de quien porta un uniforme que simboliza el orden y la protección, decidió acompañar a su hermano a concretar la compra de un vehículo. Al llegar al cruce de las calles Delacarbona y Echagüe, el horror se desató en segundos. Un hombre se acercó al hermano del oficial y le exigió el dinero. La tensión creció de inmediato. Flores, con instinto policial, descendió del vehículo para intervenir. No tuvo tiempo de reaccionar: los disparos lo alcanzaron sin piedad.
La muerte fue instantánea. La emboscada había sido planeada al detalle. No se trataba de una simple compra-venta, sino de una trampa ejecutada con precisión. Su hermano, testigo del crimen, quedó ileso, pero con una imagen imborrable que lo acompañará de por vida: la de su hermano cayendo bajo el fuego de unos asesinos sin rostro. El asesinato de Lucas Flores sacudió a la comunidad y a las fuerzas de seguridad.
Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, se hizo eco del crimen y prometió dar con los responsables. "Asesinaron al oficial principal Lucas Flores de la PSA en un robo en la localidad bonaerense de José León Suárez. Estaba acompañando a su hermano a comprar un auto cuando ocurrió lo peor. Le quitaron la vida a un gran agente, de los que nos cuidan día a día. "Todo mi apoyo a su familia y compañeros. Vamos a encontrar a los responsables y hacerles sentir el peso de la ley".
Además, la ministra lanzó una contundente amenaza contra los delincuentes: "Nadie toca a los nuestros y se va como si nada". El mensaje también fue replicado por el presidente Javier Milei, quien aseguró que el peso de la ley caerá sobre los culpables. Desde la Unión del Personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (UPPSA) emitieron un comunicado de profundo pesar: "Rogamos por la paz y el descanso eterno de Lucas, y acompañamos a sus familiares, camaradas y amigos en tan trágico momento".
Al mismo tiempo, sumaron: "Que en paz descanses". Las palabras de despedida fueron un eco de la tristeza y la impotencia que reinaban en el ambiente. El crimen de Flores no es un hecho aislado. La inseguridad en el conurbano bonaerense se ha convertido en un drama cotidiano. Días atrás, en Pablo Nogués, tres delincuentes a bordo de una camioneta escapaban de la policía cuando atropellaron a una mujer y su bebé de once meses. La criatura murió en el acto. En Laferrere, un hombre de 65 años se interpuso para salvar a sus nietas de tres meses y cuatro años en un intento de robo. Los ladrones le dispararon sin piedad. La muerte de Lucas Flores se suma a esta seguidilla de tragedias que tienen un denominador común: la impunidad. Hoy, la inseguridad volvió a cobrarse una vida.