La investigación por el crimen del peón rural Luis Espinoza avanza de manera rápida, y luego de que se conocieran los resultados de casi todas las pericias, el juez a cargo de la causa determinó que el civil y los nueve policías implicados en el hecho permanezcan con prisión preventiva durante seis meses.
Después de esta decisión, la abogada de la familia del trabajador, Cinthia Campos, aseguró que pedirá un cambio de caratula, ya que los acusados están imputados por el delito de "privación ilegítima de libertad seguida de muerte y desaparición forzada de persona", y ella considera necesario que la causa se investigada por "homicidio doblemente agravado".
Sobre esto, la letrada adelantó que pedirá el cambio de carátula porque según su opinión, los hechos investigados no se adecuan a una desaparición forzada.
En diálogo con TN, también explicó que con este cambio intentarán "evitar futuros planteos de la defensa para dilatar la situación, en el caso de que los abogados defensores solicitaran la intervención de la Justicia Federal".
"Si se produce el cambio no correríamos riesgo de que la prueba se debilite y sea cuestionada como nula", aclaró.
En relación a esto, Campos indicó que a pesar de que la fiscal Mónica García de Targa solicitó 12 meses de prisión preventiva para los sospechosos, desde la querella pidieron que fueran seis meses porque el otro plazo era demasiado excesivo y según ella, no hay necesidad de estirar tanto el proceso.
Además, dijo que esperan que el juicio pueda llevar a cabo antes de fin de año, ya que no quieren que nadie se olvide lo que pasó, ni que la causa se enfríe.
De este modo, el juez Mario Velázquez, del Centro Judicial Monteros, dictó la preventiva por seis meses para los acusados, a quienes los imputó provisoriamente por el delito de desaparición forzada de persona con resultado de muerte y privación ilegítima de la libertad en concurso real.
"Con intenciones de ocultar el hecho y garantizar su impunidad, todos ustedes se trasladaron hasta la comisaría de Monteagudo, ingresando el cuerpo de Espinoza al patio de la dependencia policial, donde todos ustedes procedieron a sacarle la ropa --estaba vestido con un pantalón de jean, campera de color celeste o azul, remera y zapatillas-- y envolver el cuerpo en una colcha color gris clara y un plástico color negro de un lado y blanco del otro para proceder luego a atar el cuerpo con un cable color lila, un cable color negro, unos trozos de soga color blanca con detalles negros con nudos y con cinta de embalar", argumentó el magistrado en su resolución.
Luego de eso, aseguró que los sospechosos trasladaron el cadáver de la víctima sin saber si todavía seguía viva o no, un hecho que la autopsia no pudo determinar, ya que se brindó una hora de muerte estimada por las condiciones en que el cuerpo fue hallado.
De acuerdo al expediente, el jefe de la comisaría de Monteagudo Rubén Montenegro, el oficial José Morales, los sargentos René Ardiles y Víctor Salinas; los cabos Claudio Zelaya y Miriam González, los agentes José Paz, Carlos Romano y Esteban Rojas González; y el vigilante Sergio Santillán, fueron quienes retiraron el cuerpo de Espinoza del monte donde recibió el disparo, y quienes además lo llevaron hasta la comisaría para luego preparar el trasladado hacia el barranco donde lo arrojaron.
En base a los testimonios recabados, se pudo comprobar que el pasado viernes 15 de mayo Luis y su hermano Juan volvían de la casa de un familiar, cuando fueron interceptados por los oficiales, quienes llevaban a cabo un operativo para detener una carrera de caballos ilegal.
En ese momento, algunos policías dispararon al aire, lo que provocó que Juan se cayera del caballo y que su hermano intentara ayudarlo. Aunque no se sabe si el trabajador murió en el lugar, sí se comprobó que allí mismo recibió un disparo en uno de sus hombros, el cual fue ejecutado por Morales.