29 Noviembre de 2016 10:06
“Yo también fui abusada por esa escuela. Era un infierno. He visto maltratando a mis compañeros, también me golpearon hasta dejarme moretones en las piernas”, denunció una joven transexual, conocida como Queen Toon.
La joven trans que denunció a los curas.
Su testimonio se suma a los recolectados por la Justicia sobre la denuncia contra los sacerdores mendocinos imputados por abuso a menores del instituto Antonio Próvolo, especializado para chicos hipoacúsicos, en Luján de Cuyo.
Los religiosos y otro hombre fueron detenidos el viernes en la provincia de Mendoza, acusados de haber abusado durante varios años de niños menores con deficiencias en la audición. Luego de la detención, se conocieron más relatos de otras víctimas.
Sin miedo a hablar, la joven publicó en su cuenta de Facebook los detalles de las torturas que padeció. Además de manoseos y golpes, ella y sus compañeros eran encerrados en un sótano donde había palomas muertas, ratas, arañas, y no contaban con calefacción. Pero las amenazas contra los menores, logró que no cuenten lo que debían soportar.
“Nunca dije nada porque me amenazaban con que me iban a expulsar"
“Nunca dije nada porque me amenazaban con que si abría la boca me iban a expulsar a mí y a mi hermana. Ahora dije basta, debo decirlo a mis padres que un cura me manoseaba cada vez que me iba a descansar, sentía miedo, no sabía qué tenía que hacer, tenía ganas de llorar y salir corriendo a pedir ayuda”, sumó la joven, quién hoy declarará oficialmente en la oficina fiscal 15, de Carrodilla.
“Éramos niños muy inocentes como todos los niños", dijo.
Toon se muestra con un look particular: lentes de contactos, cabello teñido y tatuajes de todo tipo. También en posteos de varios meses atrás se la ve con cortes en sus brazos. Pese a que no lo relaciona, la violencia a la que fue sometida junto con otros niños hizo mella en ella.
“Éramos niños muy inocentes como todos los niños. Sufrí mucho en esa escuela y sufrimos más de dos años. Era como ir al infierno y nos maltrataban, obligaban a los niños a comer todo cuando uno se llena y no quiere más. Era muy horrible y creía que era la única que fui manoseada por un sacerdote, pero no me confundí solamente yo”, agregó.
“Hoy digo al fin los metieron presos".
Por último sostuvo que “le arruinaron la infancia”. “Nos arruinaron la infancia. Hoy digo al fin los metieron presos. Pero falta una personas más que me manoseaba, ya lo voy a lograr a hacer la denuncia, espero que cierren esta horrible escuela católica”, escribió y con su última promete sumar pruebas para encerrar a un integrante más del establecimiento.