Ya son once los días que pasaron desde que Yésica Natalia Cuevas, de 42 años, desapareció sin dejar rastro. La mujer fue vista por última vez el 29 de enero, luego de que le dijera a su mamá, Margarita, que iba a pasar por la farmacia antes de que su pareja, Javier Balmaceda, la pasara a buscar. Ese día, alrededor de las 17.30, la víctima tenía que asistir al hospital para que se le practicara la cesárea que tenía programada por su supuesto embarazo de trillizos.
Pero la desaparición de Cuevas no hizo más que destapar una trama mucho más oscura de mentiras y engaños. Sin ir más lejos, el fiscal Cristian Granados dialogó con las autoridades del hospital Evita Pueblo y negaron haber tenido alguna paciente con ese nombre. De hecho, descartaron que la mujer tuviera que someterse a una cesárea ese día en el establecimiento: en la historia clínica, en manos del fiscal, no figura ningún control previo de embarazo y tampoco un diagnóstico de esa naturaleza.
Como si esto fuera poco, un obstetra que atendió a la mujer el año pasado en dos oportunidades declaró que "nunca" pudo comprobar que ella estuviera embarazada y un médico también se presentó ante la Justicia y advirtió que ella no estaba gestando, y que le pidió un "certificado trucho". "En julio pasado, la mujer fue a ver a un médico y lo quiso negociar para que le dé un certificado de que estaba embarazada cuando no lo estaba", advirtieron fuentes del caso.
Yésica había salido de la casa de su madre en 128 y 12 de Berazategui el 29 de enero. Su madre contó que a las 14:30 de aquel lunes iba a pasar "su compañero para llevarla el Evita Pueblo para dar a luz". Dicho y hecho, su pareja la fue a buscar a la casa de su suegra cerca de las 9:30 de la mañana del lunes para asistir al Hospital Evita Pueblo, pero no la encontró. También aclaró que tampoco la hallaron en la farmacia ni en centros de salud cercanos.
Al momento de su desaparición, Cuevas vestía pantalón largo color negro tipo Oxford y remera blanca lisa. La mujer tiene el pelo largo lacio castaño, es de tez morena clara, de contextura robusta, mide 1.60 metros y tiene ojos color castaño. Por ahora, la causa fue caratulada como "averiguación de paradero" pero son muchos los focos de investigación que manejan las autoridades. En primer lugar, el fiscal intentó reconstruir los minutos previos a su desaparición.
Para ello, los investigadores primero analizaron las cámaras de seguridad de la zona y confirmaron la salida de una persona con apariencia y vestimenta similar a la de Yésica Cuevas, que va desde de la casa de su madre en dirección a la farmacia. Luego, registraron los movimientos en la tarjeta SUBE de la víctima y descubrieron que hubo movimientos en las últimas horas. Según se precisó, la mujer de 42 años viajó desde el Pato hacia la Ciudad de Buenos Aires tras su desaparición.
El tercer foco de investigación recae en el teléfono de la mujer, ya que no se lo llevó cuando salió a la farmacia y actualmente se encuentra en manos de la Justicia siendo peritado. "Estoy nerviosa porque se viene la fecha. Ya sabemos que van a ser dos varones y una nena", reza uno de los últimos mensajes que Yésica le mandó a una de las pocas amiga que frecuentaba, ya que su entorno advirtió que la mujer se había distanciado al quedar "embarazada" de gran parte de su circulo de amistad.
Las autoridades descartaron efectivamente que la mujer esté embarazada y ahora analizan si la mentira está relacionada a su desaparición. A través de Google, se comprobó que Cuevas buscó, descargó y luego eliminó fotos de ecografías de "trillizos" para engañar a su entorno. Fue entonces que surgió la posibilidad de que la mujer haya huido con alguien más y su mamá no dudó en acercarle un nombre al fiscal Daniel Ichazo, hoy as cargo de la causa.
Según ele contó la madre de la víctima, su hija había salido con un kiosquero, con el que habrían planeado irse a vivir juntos cuando estaba distanciada de Balmaceda. La jubilada reveló que se trata del ex jefe de Yésica, quien fue su amante y de quien se separó cuando volvió con su actual pareja. Recordemos que si bien la justicia no sospecha de Balmaceda, sobre él existe una denuncia de violencia de género del año pasado que fue archivada por falta de pruebas.
En diálogo con A24, el hombre explicó consultado al respecto: "Cuando ella me denuncia, yo al otro día la cito, nos vemos en una plaza y ella llorando mi dijo que había un bebé más, que eran trillizos. Yo la abracé y lloramos". Lo cierto es que, de acuerdo con TN, una vecina, amiga de la desaparecida, también habló de la relación de Yésica con su amante y contó que cuando ella regresó con su actual pareja, el kiosquero la amenazó diciéndole: "Si no sos mía, no serás de nadie".
Por este motivo, el fiscal Ichazo no descartó la posibilidad de que esta persona esté involucrada en la causa, aunque advirtió que es una teoría prematura: "Es una relación anterior, pero tenemos la información de que cuando volvió con su pareja eso se cortó. Aunque pareciera que el kiosquero intentó volver, no lo hicieron. Por ahora no descartamos nada, pero veremos con el avance de la investigación si es así o no", expresó el fiscal de la causa.