por Gisela Nicosia
03 Abril de 2018 08:15
Hace un año comenzaba la búsqueda de Araceli Fulles. Su madre sólo tenía como esperanza el último mensaje que había recibido desde el celular de su hija. "Prepará el mate que voy para allá", decía. Pero tampoco está claro si la joven lo escribió o si se trató de un mensaje escrito por los que la mantenían capturada.
Araceli Fulles estuvo 25 días desaparecida.
Araceli estuvo 25 días desaparecida. Fue abusada sexualmente, golpeada, estrangulada y descuartizada. Intentaron seccionarla para ocultar sus restos debajo de una losa de un sobrepiso improvisado en un casa de José León Suárez. No era muy lejos de donde vivía la joven, junto a sus padres y hermanos, quienes mantienen el pedido de justicia. Para la familia, la investigación no avanzó demasiado e insisten que querer saber cómo, quién y por qué mataron a Araceli.
La concentración de amigos y familiares pidiendo justicia.
La búsqueda de Araceli dejó a la vista el fracaso de la investigación, la instalación de pistas falsas para entorpecer la causa y generó cuestionamientos sobre la labor policial y judicial. Al hallarse el cadáver se revelaron detalles de este femicidio que movilizó un nuevo reclamo al grito de #NiUnaMenos.
El lunes se cumplió un año del crimen. Araceli tenía 22 años, era fanática de River Plate y tenía amigos por donde iba. Había decidido ir a comer un asado y prometió volver temprano pero la noche se convirtió en una trampa. No está claro aún qué sucedió y por qué la mataron, pero según las pericias fue abusada sexualmente por más de una persona, la golpearon, la estrangularon y luego quisieron deshacerse de ella.
Por el crimen quedó detenido, luego de mantenerse prófugo durante unas horas, al dueño de la vivienda y fue acusado de ser el homicida. Se trata de Darío Badaracco. Pero no lo hizo solo. Sus compañeros de trabajo de un corralón de materiales y el propio dueño del comercio, más algunos albañiles quedaron implicados.
Incluso su hermano, Hernán Badaracco; así como Carlos Cassalz, Marcelo Escobedo, Hugo Cabañas, Emmanuele y Jonathan Avalos (hermanos de un efectivo de Comando de Patrullas de Tres de Febrero), Marcos Ibarra y Daniel Alaniz son los nombres de los imputados. Pero hasta el momento resta el grado de participación que cada uno tuvo en el femicidio.
Hace un mes, la fiscal Graciela López Pereyra solicitó la elevación a juicio del expediente, pero aún la Justicia de Garantías de San Martín no se expidió. Es por eso que sólo Badaracco es el único que permanece detenido. El resto de los implicados logró el beneficio de la excarcelación.
En el caso de Cassalz, dueño del corralón, volvió a quedar detenido debido a que cuando recuperó la libertad, amenazó de muerte a uno de los testigos.
Los nueve acusados deberán responder por su responsabilidad en el debate oral y público. Debido a que en el imaginario colectivo quedó instalado que "hay un principal sospechoso de ser el asesino", algunas evidencias, como entrecruzamientos telefónicos, podrían dar un giro en relación a quien fue el autor material del crimen, los que actuaron como cómplices o bien fueron encubridores.
"Seguimos esperando justicia. Por mi negra linda", reza su mamá, Mónica, en medio de la concentración que realizan el segundo día de cada mes.
El papá de Araceli, Ricardo Fulles la abrazó y juntos reclamaron por su hija. "Tenemos la sensación de que no quieren que se sepa la verdad pero no vamos a parar. Desde el mismo momento en que desapareció mi negra, como la llamábamos, pedidos saber qué pasó. Nunca nos callamos, seguiremos reclamando para que se sepa la verdad. Hay cosas oscuras que han pasado en el medio de la investigación y queremos la que todos paguen por lo que hicieron", sumaron.
Si Darío Badaracco fue el asesino es el interrogante que surge y aún no fue develado. Pese a que se trata de la principal hipótesis que manejan los investigadores también hay otras preguntas a contestar. Se debe revelar si fue este joven o no, ya que en su casa encontraron sepultada a la chica o si bien lo hizo por encargo o fue parte de una “segunda parte” de este brutal episodio, que habría sido cometido por otro hombre, que inclusive puede estar entre los acusados en el expediente.
Lo que está claro es que no es femicidio más. En este caso también se especularon vinculaciones con el narcotráfico en medio de la búsqueda de Araceli. Para evitar más entorpecimientos se separó de la investigación al oficial Ávalos (hermano de dos imputados), un subcomisario y otros de efectivos de comisarías que participaron de los procedimientos, bajo la sospecha de haber “plantado pruebas falsas”.
