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Un femicidio en Córdoba acentúa la escalada de violencia contra el colectivo trans

Azul Montoro, una joven trans de 23 años, fue ferozmente apuñalada por un hombre que cayó horas después. Desde organizaciones LGBT subrayan la preocupación por las repetidas agresiones.

por Natalia Torres

19 Octubre de 2017 18:24
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Cruel e inexplicable son las dos palabras más adecuadas para definir el femicidio de Azul Montoro, una joven trans de 23 años, en Córdoba. 

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Azul Montoro había nacido en San Luis pero vivía en Córdoba.

Oriunda de San Luis, vivía hace años en Córdoba donde ejercía como trabajadora sexual. Su cuerpo, con 19 heridas de arma blanca fue hallado en la puerta de una pensión, donde estaba cuidando la habitación de una amiga. Arriba, en el apartamento, el brutal criminal también mató a un perro. 

Horas después, cayó un hombre que tenía en posesión el celular de Azul: Fabián Casiva, quien fue detenido durante un procedimiento realizado en el Hospital Neuropsiquiátrico de Córdoba.

Crimen de odio

Celeste Giacchetta, titular de la filial cordobesa de la Asociación de Travestis Transexuales y Transgéneros de Argentina, le explicó a BigBang que Casiva seguía respondiendo los mensajes enviados al celular de Montoro luego del asesinato y que, además, escribió un escalofriante mensaje en su perfil de Facebook en referencia a la joven: "Le cabió". 

"Fue un crimen de odio por la saña con la que lo ejecutó", agregó. "La apuñalaron en el cuello y las costillas, mataron a su mascota, no fue un robo. Presuntamente, tiene problemas psiquiátricos, claramente no tenía ningún sentimiento de culpa. Es algo típico de un psicópata".

Giacchetta también subrayó la preocupación del colectivo trans cordobés por una seguidilla de hechos violentos de los cuales el femicidio de Azul es corolario. "La gente cree que somos peligrosas. Pero la realidad es que estamos en peligro", resumió. 

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Azul recibió 19 puñaladas en lo que parece ser un claro crimen de odio. 

"Anterior a esto hubo ya compañeras que denunciaron violencia en zonas de de trabajo sexual. Una chica fue arrastrada en un auto por un cliente, a otra la golpearon en el rostro. La verdad que estamos asustadas", expresó.  

En ese sentido, para Giacchetta la situación se agrava por el hecho de que las víctimas "no se sienten cómodas para ir a denunciar en las comisarías, donde no hay empatía". 

"A eso hay que sumarle que las chicas que más expuestas están son las trabajadores sexuales, para las cuales perder un dia de trabajo yendo a la policía y haciendo trámites es algo que no pueden sostener. Nosotras como organización intervenimos, pero el sistema no esta pensado para contemplar a las mujeres trans", concluye. 

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