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La causa está prescripta

Un giro inesperado: Quién es Bárzola, el principal sospechoso por el crimen de Nora Dalmasso

18 años después, el crimen de Nora Dalmasso sigue siendo un reflejo de los desafíos y carencias de la justicia argentina.

23 Diciembre de 2024 13:30
Nora Dalmasso

A casi dos décadas del asesinato que conmocionó a la provincia de Córdoba y al país entero, un hallazgo genético revolucionó la investigación del caso Nora Dalmasso. El ADN hallado en la bata y en el cuerpo de la víctima coincide con el de Roberto Bárzola, un trabajador que por entonces pulía los pisos de la casa familiar en el exclusivo barrio Villa Golf. El anuncio, realizado por el Ministerio Público Fiscal (MPF) de Córdoba, representa un punto de inflexión en un expediente plagado de sospechas, errores judiciales y teorías conspirativas. Bárzola, que tenía 25 años al momento del crimen, fue imputado por abuso sexual seguido de muerte.

Bárzola era el pulidor de pisos.

Además, fue citado a declarar, aunque se negó a brindar testimonio. Actualmente permanece en libertad debido a la prescripción del caso. Cabe destacar que Bárzola ya había estado mencionado en la causa y declaró varias veces. De hecho, se comprobó que el día del asesinato fue hasta la casa de la familia Macarrón en Villa del Golf. El hombre había sido contratado para pulir los pisos de la vivienda junto con un patrón. Según declaró el propio Bárzola, aquel 26 de noviembre de 2006 fue hasta la casa, pero no tocó timbre, si no que esperó a su jefe en la puerta. Como nunca llegó, decidió irse. 

El viudo, Marcelo Macarrón, se encontraba en Punta del Este participando de un torneo de golf.

Asimismo, aseguró que fue tres veces al domicilio y que a la víctima solo la vio una vez. Aunque la familia de Dalmasso reclamó desde el comienzo que se lo investigue, el fiscal de ese entonces no dio lugar. Sin embargo, en los últimos años el fiscal Pablo Jávega adjuntó varios ADN en la causa y para el año 2023 ya había cerca de 200 muestras, entre ellas la de Bárzola. A 18 años del crimen, el FBI confirmó hace 10 días que su ADN resultó compatible con las huellas genéticas recolectadas en la investigación. Por el momento la Fiscalía está a la espera de la búsqueda de antecedentes que "asocien y subsistan a la acción", ya que la causa está prescripta. 

El hallazgo genético que lo cambió todo

El fiscal Pablo Jávega, quien tomó las riendas de la investigación en 2023, ordenó el análisis de restos genéticos recolectados en el cinto de la bata que estranguló a Dalmasso y un vello hallado en su cuerpo. Tras una colaboración con el Centro de Genética Forense de Córdoba y el National Center for Forensic Science de la Universidad de Florida, se confirmó la coincidencia con el ADN de Bárzola. "Se detectaron ocho coincidencias genéticas, un hallazgo indiscutible", afirmó en conferencia de prensa.

Además, el fiscal destacó que el parquetista había declarado seis veces en la causa, incluso siendo señalado como sospechoso por la defensa del viudo, Marcelo Macarrón, ya en 2007. El nombre de Bárzola no solo figuraba en los archivos judiciales, sino que había sido mencionado por Delia "Nené" Grassi, la madre de Nora, quien lo describió como la única persona con quien su hija había tenido problemas. 

Según testimonios, Bárzola habría mostrado actitudes conflictivas durante el trabajo que realizaba en la casa días antes del asesinato. "Si en 2007 hubieran investigado esta línea, tal vez hoy tendríamos justicia", lamentó Gustavo Liebau, abogado de la familia Macarrón. El 26 de noviembre de 2006, Nora Dalmasso fue hallada sin vida en la cama de su hija. Había sido estrangulada con el cinto de su bata. Desde entonces, el caso se convirtió en un rompecabezas judicial y mediático.

Su ADN resultó compatible con las huellas genéticas recolectadas en la bata y en el cuerpo de la víctima.

A lo largo de estos años, la causa se llenó de teorías que iban desde juegos sexuales extremos hasta complots políticos. En 2022, Marcelo Macarrón enfrentó un juicio como presunto autor intelectual del crimen, pero fue absuelto por falta de pruebas. Ahora, el hallazgo genético reabre viejas heridas, aunque la posibilidad de justicia parece lejana debido a la prescripción del caso. A pesar de las evidencias contundentes, la acción penal está prescripta, lo que significa que Bárzola no podrá ser juzgado. No obstante, Jávega afirmó que la Fiscalía continuará trabajando en el análisis del cuadro probatorio para esclarecer los hechos y cerrar el caso. "Este descubrimiento no solo reaviva el dolor, sino que evidencia las fallas estructurales de nuestro sistema judicial", concluyó Liebau, quien prometió llevar el caso hasta los más altos tribunales del país.