04 Septiembre de 2017 08:00
El femicidio de Lucía Pérez -ocurrido el 8 de octubre del año pasado- resulta inolvidable por la brutal escena del crimen, difundida al conocerse el caso. En su momento, la Justicia informó que la joven de 16 años fue engañada por dos hombres que la drogaron, violaron y empalaron hasta matarla. Pero la información reciente contradice gran parte de la información difundida por los investigadores durante los once meses que pasaron.
La joven conoció a dos sujetos por medio de una compañera del colegio.
Según el reporte de la junta médica de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, la muerte de la adolescente Lucía Pérez, ocurrida en octubre de 2016, respondió a una asfixia, que se atribuye a una congestión y edema pulmonar derivada de causas tóxicas, como la ingesta de estupefacientes. Por lo que se descartaría que murió por la brutalidad del abuso sexual al que fue sometida, que en la primera versión de los hechos hasta incluía un empalamiento.
Tampoco aparece en el informe que el cuerpo haya sido manipulado al ser lavado para borrar evidencias. Y, como consecuencia de ello, la hipótesis principal de los investigadores, la de un femicidio, en el marco de una violación en medio de una ingesta de drogas, con una trama de encubrimiento, podría quedar desechada.
Estos datos se desprenden del informe entregado a la fiscal María Isabel Sánchez y que ya fue extendido a María Laura Solari, defensora oficial de los tres imputados por el crimen: Matías Farías, Juan Pablo Offidani y Alejandro Maciel. La información también le fue dada al representante legal de la familia Pérez, Gustavo Marceillac.
La familia de Lucía Perez.
El texto presentado por los peritos de la Suprema Corte consta de 38 páginas y en las primeras se evalúa todos los elementos probatorios analizados. Luego repasa cada una de las conclusiones y finaliza con las respuestas a las preguntas específicas hechas por la fiscalía.
Se trata de 32 preguntas en las que puede advertirse que hay una tendencia a concluir que Lucía no sufrió reflejo vaso vagal, que la dilatación anal era propia de una actividad sexual que pudo realizarse de forma natural durante relaciones sexuales no forzadas, que la muerte se produjo por asfixia y altamente probables causas tóxicas.
Qué le pasó a Lucía
La familia y su abogado defensor sostienen otra descripción de los hechos. El 8 de octubre pasado, Lucía caminó hasta la esquina de su casa, donde la esperaba Matías Farias, de 23 años, que sedujo a la adolescente mediante mensajes de WhatsApp, y la engañó hasta llevarla su casa, en Racedo al 800, en el barrio El Alfar, donde se desplegó el escenario de su muerte.
Lucía conoció a Farías y al otro sospechoso, Juan Pablo Offidani, de 41 años, por medio de una compañera de la escuela, otra joven menor de edad. Lucía no consumía ninguna droga, ni siquiera marihuana, pero le interesaba probar esta última.
Farias le habría vendido canabis a Lucía y, con la promesa de darle lo que necesitaba, la convenció para ir a su casa. Lucía pensó en ir y volver. Sabía que era cerca, el día anterior había estaba con Farias y Offidani.
Pero al llegar a la casa donde Farías vivía desde hacía un mes, cuando se separó de su pareja y madre de su hijo, nada era lo que parecía. Lucía fue drogada y perdió el control de la situación. Bloquearon su voluntad y la manejaron como a un objeto inanimado. Llegó a la vivienda cerca de las 11 y cerca de las 15 hs entró a la sala de auxilios de El Alfar, donde no había médico para atenderla. Ya no tenía signos vitales.
El lugar del crimen: Farías vivía hace un mes en la vivienda donde atacaron a Lucía.
Farías se presentó como el novio y mintió al asegurar que Lucía tenía 19 años. Y siguió con falacias su relato. Dijo que la joven había llegado a su casa con cocaína y que él la dejó sola. Al volver, la vió desmayada. Pero no quedaron demorados y ambos hombres se fueron.
Al día siguiente se los detuvo y se realizó un allanamiento en las casas de ambos. En la de Farías se encontraron los preservativos usados y por la cantidad, se cree que hubieron más que dos hombres que abusaron de Lucía. Se encontró un palo de escoba.
También había celulares, municiones, drogas de distintos tipos, resto de comida, botellas de alcohol y marcas del horror. A su vez, se secuestraron agendas con datos de supuestos clientes y otros narcotraficantes que le suministraban las sustancias para su reventa. Esta información abre una investigación en paralelo, sobre la ruta del narcotráfico y la delincuencia a la que pertenecerían los dos sospechosos.
Lucía no era consumidora de marihuana ni cocaína.
Dentro de una caja de una antena de televisión digital había seis celulares sin registro, pero que contenían chip a tarjeta.
En la heladera había bolsas con sustancias blancas, que se apartaron para ser analizadas y determinar si se trata de cocaína u otra droga. Asimismo, se encontraron blísters de Rivotril.
También se resguardaron cucharas de metal con restos de cocaína y otros resabios que según se estima sería heroína.
La joven salió de su casa engañada por Matías Farías.
Otros elementos encontrados en la vivienda de Farías son 24 municiones de 22 y 9 milímetros.
En la casa de Offidani, hijo del reconocido escribano Eduardo Offidani, también encontraron drogas y municiones 9mm. Offidani vivía junto a su pareja, su hijastro y la pareja e hijo de este, pero ningún familiar dijo conocer demasiado sobre sus movimientos y su negocio ilegal de reventa de sustancias.
Cómo continúa la causa
Debido a que ya se agotaron todas las prórrogas procesales posibles, la fiscal Sánchez tendrá que realizar el pedido de elevación a juicio en los próximos días si así lo considera. Ahora enfrenta la facultad de mantener las imputaciones contra los tres y pedir resolver todo en el juicio.