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Un poco de Justicia: perpetua para los asesinos de la joven descuartizada en vida

Gustavo Ariel Pascali, de 34 años, y César Belizán, de 39, fueron condenados por ser considerados coautores de los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada y homicidio calificado”.

12 Diciembre de 2017 11:30
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"Mi hija estuvo tres días retenida en una casilla, fue atada, golpeada, violada por al menos cinco hombres y luego la cortaron con una amoladora en tres partes aún cuando respiraba. La metieron en bolsas de basura y la tiraron a la calle. Se merecen eso y mucho más", resume endurecida por el dolor Nilda López, madre de Giannina Violente, luego de escuchar la lectura de la sentencia a dos de los hombres que participaron del femicidio de su hija. "Estoy segura de que estos dos son los que la cortaron", agregó en diálogo con BigBang.

Giannina tenía 18 años.

Hoy el Tribunal Oral Criminal Nro. 6 de San Martín sentenció a prisión perpetua a Gustavo Ariel Pascali, de 34 años, y César Belizán, de 39, al considerarlos como coautores de los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada y homicidio calificado”.

Hace siete años comenzaba su lucha. Su hija tenía 18 años y enfrentaba problemas de adicciones a las drogas.  El 13 de febrero de 2010, la joven salió de su casa y desapareció. Tres días después, se encontró su cadáver seccionado, en el cruce de las calles Pedro Goyena y Alberdi de la localidad de Muñíz, justo antes de ser levantada por el camión recolector de basura.

"Era mi única hija, era una hija hermosa, que tenía un problema con las drogas, si. Pero siempre está el que se aprovecha de eso. Yo la que cuidé mucho pero se vinculó con personas malas y a sus 18 años y toda una vida por delante, la arruinaron", se lamentó sin poder dejar de llorar. "Me voy llorando a casa, me voy a tomar el colectivo y quedarme ahí, recordándo a mi hija y celebrando porque se hizo justicia", sostuvo.

Durante este tiempo, la madre de la joven, además de sufrir por el cruel y aberrante asesinato de su hija aumentó su dolor con cada femicidio que sumaba notoriedad."Cuando veo una historia similar, siento tanto dolor. Se aprovechan de chicas vulnerables. Los hombres están al acecho para usarlas. La belleza también es un factor que le juega en contra a una mujer. Son muchos los factores que están involucrados en esta problemática que no sé cómo pero tiene que parar, es muy doloroso lo que estamos viviendo", dijo.  

Su pedido era claro: justicia. "Luché todo este tiempo sola. Hoy quiero la Justicia demostró que es justa y que una vez por todas, en Argentina las víctimas logran descansar en paz porque tienen que darle perpetua", añadió. 

CÓMO LA ENCONTRARON 

El macabro hallazgo de los restos de Giannina se dio por la desesperación de un perro por oler una de las bolsas. Su dueña lo paseaba como de costumbre. Al ver la extraña reacción de su mascota, quiso saber qué lo inquietaba tanto. Se trataba de una de las piernas de la joven que era buscada.

 "Cortaron su cuerpo con una amoladora

No se sabía qué había pasado, quién la había retenido. "Cortaron su cuerpo con una amoladora con la que desguazaban autos. Aún estaba viva y por eso, en la autopsia se determinó que falleció por un shock hipovolémico. Cada detalle que se cuenta, cada declaración donde los testigos dicen lo que pasó, representa un golpe, pero son las cosas que hay que afrontar para que se termine de cerrar el círculo sobre todos los que participaron de su asesinato", dijo Nilda.

Giannina era hija única.

En principio, los investigadores fueron detrás por de la pista de un hombre que acosaba a la joven con frecuencia. Luego, se sumó el aporte de un testigo de identidad reservada: tres hermanos junto a dos sujetos, que conformaban una banda delictiva de reventa de estupefacientes, estaban implicados en el secuestro y asesinato de Giannina.

"Un muchacho que también era consumidor y salía con mi hija contó que cuando fue a comprar droga a la villa La Canchita vio a Giannina encerrada en ese lugar, donde estaban los hermanos, luego detenidos, entre otras personas. Él la vio atacada, y tenía la cabeza gacha, ya agonizando", afirmó.

En 2010, se detuvo a los menores de edad y dos de ellos quedaron liberados por ser inimputables. Tenían 13 y 15 años. Los mayores se mantuvieron prófugos, hasta que también fueron apresados posteriormente en otros procedimientos.

"Para descuartizarla cuando todavía agonizaba como arrojó la autopsia, y tenerla retenida durante tres días, hizo falta más de una persona. 

En el primer juicio ante Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de San Martín se logró que uno de esos jóvenes fuera hallado culpable y luego condenado a 30 años de prisión.