28 Abril de 2025 12:03

El sonido de los disparos rompió la calma durante la noche en Pablo Nogués, cuando un intento de robo terminó con dos delincuentes abatidos a manos de un policía de la Bonaerense, que trabajaba como chofer de aplicación en su día de franco. Los asaltantes, que se habían hecho pasar por pasajeros, jamás imaginaron que el conductor al que pretendían despojar de sus pertenencias era un oficial armado y preparado para defenderse. En cuestión de segundos, el destino de ambos cambió para siempre.
Todo comenzó cuando el policía, vestido de civil, aceptó un viaje solicitado a través de una app de viajes. Al llegar a la intersección de Maure y Patricias Mendocinas, los dos delincuentes sacaron lo que parecían ser armas de fuego y lo amenazaron para que entregara el auto y sus objetos de valor. Pero no contaban con que su víctima era, en realidad, un oficial entrenado. En un instante de máxima tensión, el hombre se identificó como policía y desenfundó su arma reglamentaria.
No hubo tiempo para negociaciones. Disparó varias veces. Uno de los ladrones murió en el acto, desplomado dentro del vehículo. El otro, herido de gravedad, logró salir tambaleando del auto pero se desplomó a los pocos metros. Fue trasladado de urgencia al Hospital de Trauma de Pablo Nogués, donde los médicos lucharon por salvarle la vida. Horas después, la muerte también lo alcanzó.
Cuando la Policía llegó al lugar, descubrió un detalle macabro: las armas con las que los delincuentes intentaron intimidar al oficial eran de juguete. Réplicas casi idénticas a las reales, utilizadas para generar pánico y someter a sus víctimas. Pero esta vez, su plan falló y les costó la vida. La escena del crimen quedó iluminada por las luces azules de los patrulleros. Los cuerpos de los agresores, la puerta del auto abierta, la sangre sobre el pavimento.
El SAME, la Bonaerense y la Policía Municipal de Malvinas Argentinas trabajaron en el lugar. A pesar del desenlace letal, la Justicia determinó que el policía actuó en legítima defensa y no tomó medidas en su contra. La causa fue caratulada como "tentativa de robo y homicidio en legítima defensa", quedando en manos de la Fiscalía de Malvinas Argentinas. La violencia urbana sigue cobrándose vidas. Esta vez, la balanza de la muerte se inclinó hacia el lado de los delincuentes. Un robo frustrado, dos muertos y un policía que, en cuestión de segundos, pasó de ser una víctima a convertirse en el verdugo de la noche.