El lunes por la tarde, el barrio General Paz de Córdoba vivió un hecho de inseguridad que terminó con las lágrimas de un delincuente menor de edad y una víctima que no se esperaba los motivos del robo.
El comienzo de una nueva semana parecía ser de lo más normal, cuando por la tarde un nene de 10 años entró a robar en un almacén. Aunque lo que se llevó no fue de gran valor económico, el dueño del comercio persiguió al menor, hasta alcanzarlo y darle una lección. Sin embargo, el sorprendido termino siendo el hombre.
Con los mil pesos que sacó de la caja registradora el nene comenzó su huida pero fracasó en el intento. La empleada que acababa de abrir el local fue sorprendida por el menor y su pedido que le entregue todo el dinero de la caja. Luego del hecho, la mujer no tardó en reaccionar y llamar a Daniel, su jefe, quien se subió a su auto y se encargó de solucionar el problema.
En diálogo con el medio Doce TV el comerciante relató el intercambio que mantuvo con el nene, donde se enteró que no era el único involucrado, sino que además habían ingresado otros menores a asaltar su negocio: "Cuando lo agarré, le hablé, le iba diciendo en el camino que tenía que ir a la escuela, que los amigos con los que robó lo habían dejado solo y que iba a estar siempre solo, que iba a terminar mal", relató.
Lejos de intimidarse, el delincuente fue contundente y firme con sus respuestas: "No me gusta estudiar", contestó. Además, en palabras del adulto víctima de la delincuencia el menor "se mostraba muy seguro de las respuestas que daba". La seguridad del nene, en un momento de tensión y nerviosismo llamó la atención de Daniel, quien se encontró ante una realidad dolorosa, de un menor que no estudia y cree que tiene la vida resuelta con los asaltos. El desconsuelo del comerciante llega al comparar su situación: "Me da tristeza, tendría que estar en la casa estudiando. Mi señora se largó a llorar ayer y hoy cuando veía las noticias estaba muy triste. Ya están en ese mundo", confesó.
Finalmente, el nene de 10 años fue retenido por la Policía de Córdoba y trasladado a un hogar de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF). La Justicia de Menores dio aviso a sus padres pero ninguno de los dos se acercó a buscarlo.