El juicio por el crimen de Anahí Benítez, lleva ya, varias audiencias. A mediados de febrero, Marcos Bazán y Marcelo Villalba comenzaron a ser juzgados por haber mantenido cautiva, abusado sexualmente y matado a la joven de 16 años que fue encontrada sin vida el 4 de agosto de 2017 en la reserva Santa Catalina, en Lomas de Zamora.
Aunque Villalba fue eximido del proceso por sufrir un cuadro de esquizofrenia que le provoca delirios místicos, Bazán, quien está detenido con prisión preventiva desde el asesinato, sí continúa sentado en el banquillo de los acusados como único imputado.
A pesar de que su familia asegura que es inocente y que es un "perejil" puesto para desviar la investigación, lo cierto es que este miércoles los peritos forenses que trabajaron en la autopsia declararon ante el tribunal por primera vez, y aportaron pruebas que apuntan de lleno contra el sospechoso.
Los primeros testigos en complicar la situación de Bazán aparecieron en el estrado la semana pasada, cuando Diego Tula, el adiestrador del perro rastreador Bruno, contó como el can identificó rápidamente el olor de la adolescente en el galpón ubicado detrás de la casa del detenido.
Además, el adiestrador también corroboró que el perro marcó que el acusado hizo el recorrido hacia y desde el pozo donde finalmente se encontró muerta la víctima, lo que para la querella podría ser determinante para confirmar que el imputado mantuvo cautiva a la joven y que luego la enterró en el lugar en el que la policía la halló sin vida.
Después de esta declaración, el pasado viernes también habló el subcomisario Pablo Cuella, quien formó parte del rastrillaje para dar con el paradero de Benítez. Aunque asumió que no conocía en detalle la forma en que se hacían esos procedimientos, sí sostuvo que participó de varias investigaciones donde fue fundamental la presencia de los perros.
Además, contó que en otras oportunidades vio trabajar al perro Bruno de manera muy efectiva, por lo que le dio mucha credibilidad al accionar del animal en la investigación por el crimen de Benítez.
"Él dijo que el perro notó que el olor de Anahí llegó hasta el galpón que está atrás de la casa de Bazán y que incluso entró a ese lugar y marcó como que ella estuvo ahí o que lo hizo una persona que tuvo contacto con Anahí", explicó a BigBang Guillermo Bernard Krizan, abogado a cargo de la querella.
Luego de estos testimonios, este miércoles el juicio se retomó con el aporte de los médicos que trabajaron en la autopsia realizada en el cuerpo de la víctima, y en detalle, los peritos expertos en toxicología indicaron que hallaron la presencia de diazepam, un sedante del sistema nervioso que sirve para relajar los músculos, el cual también se secuestró en la vivienda del sospechoso.
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"No pudieron determinar la cantidad de diazepam, pero dijeron que teniendo en cuenta que era una chica bajita y flaca, una dosis pequeña pudo haber alcanzado para atontarla, aunque aclararon que nunca llegó a perder la conciencia", agregó el letrado.
De igual modo, los médicos hablaron de la presencia de arroz con vegetales en el estómago de la adolescente, el cual podría tratarse del mismo que hallaron en una olla en la casa de Bazán. "Este es un indicio más de todos los que ya tenemos", sumó Bernard Krizan, quien además comentó que durante la audiencia, los médicos y bioquímicos mencionaron que hallaron naftaleno en el cuerpo de Benítez, una sustancia también presente en el galpón donde se cree que estuvo cautiva.
"Este es un producto que se utiliza en las pinturas, y aunque es cierto que Anahí pintaba, en ese galpón había vestigios de esa sustancia. Los médicos dijeron que el hallazgo se produjo en sangre por haber aspirado esa sustancia durante horas. Aunque la defensa intentó decir que era porque ella pintaba, los médicos dijeron que se encontró porque estuvo durante largas horas oliéndolo", afirmó.
Ante el tribunal, los médicos confirmaron también que la muerte de la adolescente fue por asfixia mecánica, y que antes había sido cortada en la cara.
Luego de estas declaraciones, está estipulado que el jueves se presenten los últimos testigos llamados por la fiscalía y la querella, y que ya el viernes comience la ronda de personas citadas por la defensa de Bazán, entre ellos, los allegados del acusado y un adiestrador de perros.
De este modo, se espera que el proceso se extienda durante al menos dos semanas más, y que finalmente comience la etapa de alegatos.
El Tribunal Oral N° 7 de Lomas de Zamora, compuesto por los magistrados Roberto Conti, Elisa López Moyano y Roberto Lugones, juzga a Marcos Bazán por ser coautor de los delitos de privación ilegitima de la libertad agravada y homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género, acusación con la que la fiscal Fabiola Juanatey elevó la causa a juicio.
La representante del Ministerio Público también había solicitado que Marcelo Villalba fuera juzgado por los mismos delitos y por abuso sexual, ya que se encontró su semen en el cuerpo de la víctima, aunque luego una junta de psiquiatras determinó que el imputado no estaba en condiciones de afrontar un proceso por un cuadro de esquizofrenia que sufría hace ya tiempo.