29 Diciembre de 2022 08:44
Los vecinos del departamento de San Carlos, Mendoza, no salen de su asombro y desolación: una beba de tan solo un año y nueve meses murió ahogada en un tacho con agua mientras se encontraba al cuidado de su mamá. La mujer, al encontrar a su hija inconsciente, la llevó de inmediato a un hospital local, pero ya era tarde. A pesar de sus esfuerzos, los médicos no pudieron salvarle la vida.
Todo ocurrió durante la tarde del jueves pasado, según el informe de la policía. Frente a las altas temperaturas que se registraron en Mendoza, la mujer había decidido dejar a la beba en el recipiente para que se refrescara y luego fue adentro de la casa para lavar los platos. Cuando se acordó, una helada sensación recorrió su espalada y salió al patio, totalmente desesperada, a buscarla.
La nena estaba flotando, inconsciente y a pesar de los intentos de la mujer por reanimarla, la pequeña no reaccionaba. Totalmente desesperada y en un completo estado de pánico, llamó a su esposo y juntos la trasladaron de urgencia al Hospital Scaravelli de Tunuyán. En el centro de salud, los médicos lograron reanimarla tras 20 minutos de maniobras de RCP. Sin embargo, la condición de la nena no era la mejor debido a la gran cantidad de minutos que permaneció en ese estado.
Detuvieron a una pareja por golpear a su bebé: tenía fracturas múltiples, hemorragias y sarna
Por esta razón, la beba fue derivada de urgencia al Hospital Humberto Notti, donde finalmente falleció. La menor estuvo internada casi una semana y este martes se conoció que su estado de salud había empeorado. Finalmente, desde el hospital comunicaron que falleció en las últimas horas. Un hecho igual de trágico conmocionó a San Vicente, Córdoba, en las últimas horas: una niña de seis años murió tras sufrir un grave accidente doméstico.Una nena de seis años murió al clavarse un vaso de vidrio en el pecho
De acuerdo a lo informado por los medios locales, la estaba corriendo con un vaso de vidrio en la mano, se tropezó y al caer se lo clavó en el pecho. Todo ocurrió el martes cerca de la medianoche cuando Esperanza Aballay estaba junto a su padre en una vivienda de calles Martín Cartechini y Blas Parera, en barrio San Vicente. De acuerdo con su familia, la nena fue, con el vaso en sus manos, a buscar algo de tomar a la heladera.En ese momento, se tropezó y cayó hacia adelante, lo que provocó que el vaso estallara en mil pedazos y uno de los fragmentos se incrustara en el pecho de la nena. Al ver la sangre por todo el suelo, su papá se desesperó, la llevó hasta el dispensario de barrio Maldonado y frente a la gravedad de la lesión, fue trasladada de urgencia al Hospital de Niños. Allí llegó con una herida cortante en el tórax y presentaba un paro cardiorrespiratorio.
Una vez más, los médicos intentaron salvarle la vida pero no pudieron revertir su estado. "El vaso se rompió y el vidrio le lesionó el corazón”, precisó la doctora del Hospital de Niños, Claudia Curi, en declaraciones al medio ElDoce.tv. Y agregó: “Se hicieron maniobras de reanimación e inclusive hubo apertura de tórax para ver si suturando podíamos devolverla a la vida pero no se pudo”.