A casi una semana del escalofriante hecho que sacudió a la ciudad de Merlo, los investigadores comenzaron a barajar la posibilidad de que Belén Elizabeth Aquino, quien mató a su hijo de tan solo dos años de un disparo en la cabeza y luego se suicidó con la misma arma, tomó esta drástica decisión al enterarse que estaba embarazada de 20 semanas y luego de recibir amenazas de una de sus ex parejas.
Dos horas antes de quitarse la vida, Aquino, de 29 años, utilizaba sus redes sociales para compartir algunas imágenes junto a su hijo, Thian Benjamín, de tan solo dos años. En la postal se los puede ver a ambos sonriendo ante la cámara sobre una cama matrimonial, felices a la vista de terceros. Por este motivo, sus allegados no caen de su asombro y no pueden creer que la secuencia haya mutado en un final fatídico para ambos.
El pasado miércoles, Aquino -que se desempeñaba como agente de la Policía Federal, destinada a la división Seguridad y Custodia- fue encontrada sobre esa misma cama, muerta de un disparo en el cuello. A su lado se encontraba el pequeño Thian, ya sin signos vitales, asesinado por el mismo arma que terminó con la vida de su madre: una pistola Bersa Thunder 9 milímetros que se encontraba en la mano derecha de la mujer de 29 años.
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La espeluznante escena fue descubierta por la madre de Aquino, quien se encontraba en la parte delantera de la casa ubicada en la zona del barrio de Pompeya, específicamente la calle Antaquera al 1500. De acuerdo con su versión, escuchó una serie de disparos alrededor de las 9 de la mañana, horas antes de las últimas publicaciones de Aquino, y al entrar con desesperación en la habitación de su hija, descubrió los cadáveres de ambos.
Rápidamente, la abuela del chiquito llamó al 911 y al llegar, los efectivos encontraron al bebé con un disparo en la cabeza sobre el regazo de Aquino, mientras que la agente de la Policía Federal tenía un disparo en el cuello. En la mano derecha de Aquino se halló una pistola Bersa Thunder 9 milímetros, que sería el arma con la que la agente de la Policía Federal ejecutó los dos disparos que terminó con su vida y la de su hijo.
Del caso intervino la UFI Nº 5 de Morón, a cargo del Dr. Claudio Oviedo y el informe realizado por los médicos forenses detalló que Aquino cursaba un embarazo de 20 semanas de gestación y que se suicidó con un disparo en la sien, mientras que su bebé de un año murió de un tiro en la cabeza. Además, los investigadores encontraron en la habitación de su hijo adolescente de 13 años una carta escrita de puño y letra en la que detallaba los motivos de su dramática decisión.
La misiva, sin embargo, tenía fecha de septiembre y en ella resalta que era víctima de violencia de género: recibía amenazas por parte de dos ex parejas, lo que llevó al fiscal Oviedo a dar un vuelco en la investigación y comenzó a analizar si la agente fue "inducida" al suicidio. De esta manera, busca esclarecer si estas amenazas, más el embarazo en curso, llevaron a la joven al extremo de matar a su hijo y quitarse la vida.
Las amenazas que recibió podrían ser un factor que terminará por darle el giro a la causa. A la última ex pareja, la había denunciado en mayo pasado por violencia de género y tenía una orden de restricción de acercamiento. Mientras que el padre del bebé asesinado está preso por una causa caratulada como tentativa de homicidio, encubrimiento y robo. Una investigación a cargo del mismo fiscal que investiga la muerte de la mujer.
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La otra hipótesis que consideran los investigadores es que la joven, tras recibir amenazas de una de sus ex parejas y al enterarse que estaba embarazada, haya tomado la decisión extrema de matar a su bebé y quitarse después la vida. "Al fin y al cabo la muerte va tan segura de ganar, que de ventaja te da una vida", fue uno de los últimos posteos que realizó Aquino en una story en su cuenta de Facebook.
Por ahora, el fiscal espera por la apertura del celular para determinar si realmente recibía amenazas de parte de sus ex. Su artículo 83 establece la “prisión de uno a cuatro años, al que instigare a otro al suicidio o le ayudare a cometerlo, si el suicidio se hubiese tentado o consumado”; si se obliga a la víctima a suicidarse mediante violencia física o moral sobre personas cercanas, el delito se considera como homicidio.