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Una llave, el rastreo de un perro y la aparición de un sedante: las claves de la condena a Bazán por el crimen de Anahí

Este miércoles el Tribunal Oral en lo Criminal N°7 condenó a prisión perpetua al único acusado del femicidio de la adolescente de 16 años. La madre de la víctima sostiene que en el hecho participaron otras personas.

27 Mayo de 2020 13:44
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Después de casi tres años de espera, y de un proceso que se alargó por la llegada del coronavirus al país, este miércoles el Tribunal Oral N°7 de Lomas de Zamora condenó a prisión perpetua a Marcos Bazán, acusado de haber participado de la privación ilegitima de la libertad, el abuso sexual y el homicidio agravado de Anahí Benítez, la joven de 16 años que fue encontrada muerta el 4 de agosto de 2017 en la reserva Reserva Santa Catalina de Llavallol.

A pesar de que los allegados del imputado sostienen que era inocente, lo cierto es que por unanimidad este mediodía los jueces fallaron en su contra y lo condenaron a la pena máxima.

Durante el proceso, además del testimonio del adiestrador del perro rastreador que determinó la presencia de Anahí dentro de la casa de Bazán antes de su asesinato, aparecieron también varias pruebas que señalaron al detenido como alguien que conocía desde antes a la víctima.

Por esto mismo, la madre de Benítez, Silvia Pérez Vilor, está convencida de que en el femicidio de su hija participaron más personas, y de hecho, gracias al hallazgo de nuevos indicios se abrió una investigación paralela que se encuentra en curso.

El crimen y el juicio

El 29 de julio de 2017, Anahí Benítez salió de su casa, en Lomas de Zamora, y le dijo a su madre que iba a dar unas vueltas por un parque cercano a su vivienda. Sin embargo, las horas empezaron a pasar, y la joven no regresó, por lo que su familia radicó la denuncia.

Tras varios días de búsqueda, su cadáver fue encontrado el 4 de agosto en la Reserva Santa Catalina de Llavallol, y la autopsia determinó que la víctima presentaba lesiones en su cuerpo, que había sido abusada y que había muerto por asfixia.

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Los dos sospechosos de haber cometido el ataque fueron desde el principio Marcos Bazán y Marcelo Villalba, y por eso el juicio contra ambos comenzó en febrero de este año. Sin embargo, por un problema de salud mental que le provoca delirios místicos, el tribunal determinó que Villalba, de quien se había encontrado ADN en las partes íntimas de la adolescente, dejara de ser juzgado, por lo que el proceso continuó con Bazán como único sospechoso.

En la etapa de instrucción de la causa, Villalba fue apresado luego de que se rastreara el celular de la joven, y fuera encontrado en poder de su hijo, quien aseguró que su padre se lo había regalado días después de la muerte de Benítez.

Por eso mismo, permaneció detenido hasta el comienzo del debate oral, aunque en la segunda audiencia su abogado planteó que el acusado no estaba en condiciones de afrontar el juicio, y tras una junta de peritos que lo examinaron, se decidió que no sea juzgado y que se lo traslade la Unidad 34, especializada en enfermedades mentales.

Tras conocerse esta situación, la madre de la víctima confesó a este sitio que creía que el imputado ya sabía de antemano lo que iba a pasar, y que por eso estaba muy dolida.

"Hoy es un día muy triste para mí. Primero porque vi la cara de sonrisa irónica de Villalba, aún antes de saber la decisión. Para mi ya lo sabía. Segundo porque los psiquiatras están muy preocupados por el desarrollo del lóbulo frontal de Villalba, cuando el único lóbulo frontal que quedó destrozado fue el de mi hija. Y tercero porque yo sufrí más que él, y sigo sufriendo, y a nadie del tribunal le importó evaluarme para ver si yo sufría con un proceso oral", dijo conmovida.

Ante la llegada de la pandemia del coronavirus a la Argentina, el debate se vio interrumpido, y finalmente se retomó hace algunas semanas, con la participación de testigos de parte de la defensa, y con la declaración del propio acusado.

Lee más. Condenaron a Marcos Bazán por el femicidio de Anahí Benítez: la declaración del testigo clave

A través de una videoconferencia desde el penal N° 9 de La Plata, el imputado se limitó a hacer su descargo, y aunque permitió que se le hicieran preguntas, solo la querella optó optó por hacerle una consulta por fuera de su discurso.

En su relato, se despegó del hecho, y además de decir que nunca había visto en su vida a Anahí, también aseguró que si él era condenado, el juicio iba a quedar impune.

De este modo, la semana pasada fue la última audiencia, en la cual el fiscal del caso, Hugo Carrión, pidió la prisión perpetua para Bazán, ya que para él actuó como coautor de los delitos de "privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio agravado por el femicidio".

Por su parte, el abogado de la mamá de Anahí, Guillermo Bernard Krizan, solicitó una pena parecida, aunque consideró al acusado como partícipe primario o necesario de la "privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio agravado por el femicidio". En cuanto a la defensa, los dos abogados sostuvieron que el detenido debía ser absuelto por falta de elementos probatorios.

Tras los alegatos de cierre, este miércoles se conoció el veredicto, y por unanimidad los magistrados resolvieron condenar al acusado a perpetua. "Estamos contentos, muy conformes. Fue por unanimidad, que no es un dato menor, que los tres jueces estaban convencidos de la responsabilidad de Bazán", dijo a BigBang Guillermo Bernanrd Krizan, el abogado de la madre de Anahí.

"Lo que se hizo ahora es dar el veredicto condenatorio, y como no hay una calificación intermedia en este caso particular, porque salía absuelto o se iba condenado con perpetua, la semana que viene lo que se va dar a conocer es el fundamento de la sentencia, que es la justificación de los jueces por la condena", explicó.

Además, el letrado aclaró que desde el penal Bazán se mantuvo en silencio, aunque recordó que en la audiencia pasada le dijo a la mamá de Benítez que él no tenía nada que ver con el hecho, y que si lo condenaban, el responsable iba a quedar impune.

Las pruebas contra Bazán

A pesar de que su familia asegura que es inocente y que es un "perejil" puesto para desviar lo que en verdad pasó, durante el proceso quedaron expuestas varias pruebas que marcaron que el imputado formó parte del crimen de la adolescente.

Uno de los relatos que mayormente complicó su situación fue el de Diego Tula, el adiestrador del perro rastreador Bruno, ya que contó que el can identificó rápidamente el olor de Benítez en el galpón ubicado detrás de la casa del detenido.

Además, el adiestrador también corroboró que el perro marcó que el acusado hizo el recorrido hacia y desde el pozo donde finalmente se encontró muerta a la víctima.

Del mismo modo, en una de las primeras audiencias habló una vecina de Marcos Bazán, quien reveló que la noche anterior a la aparición del cuerpo de Anahí dentro de la reserva Santa Catalina, ella vio que en la casa del acusado hicieron una fogata muy grande, y que después de eso los perros de la zona empezaron a ladrar hacia el lado donde luego apareció el cadáver de la joven, enterrado y semidesnudo.

Más allá de esto, se confirmó también que una tijera que estaba en poder de Benítez antes de ser asesinada, apareció en un allanamiento realizado en la casa de Bazán, mientras que además, luego del hecho, Pérez Vilor encontró entre las pertenencias de su hija una llave que abría una de las puertas de la casa del imputado.

Por otro lado, la autopsia realizada al cuerpo de la víctima determinó que durante su cautiverio comió arroz, el mismo alimento que días más tarde fue hallado en una olla en la cocina de Bazán; al mismo tiempo que los médicos encontraron en el organismo de la joven la presencia de Diazepam, un tranquilizante que había en la vivienda del sospechoso.

De igual manera, los médicos y bioquímicos mencionaron en el juicio que también hallaron naftaleno en el cuerpo de Benítez, una sustancia también presente en el galpón del acusado donde estuvo cautiva.

Más personas involucradas en el crimen

A los pocos meses del crimen, Silvia Pérez Vilor manifestó por primera vez a este medio que estaba segura que en el asesinato de su hija había otras persona implicadas y que además había gente que no se había animado a hablar.

De hecho, siempre creyó que los amigos de su hija y su novio iban a aportar más información durante el proceso, algo que finalmente no pasó y que la decepcionó mucho.

Incluso, antes de que comenzara el juicio, con los datos que ella y su abogado tenían, más la pruebas que los investigadores manejan, la UFI N°2 de Lomas de Zamora abrió una instrucción suplementaria en la cual se trabaja con el objetivo de dar con otros partícipes del crimen.