08 Agosto de 2023 16:27
Una policía fue condenada a 10 años y ocho meses de prisión por haber asesinado en 2021 al hombre que abusó sexualmente de ella y de sus hermanas menores de edad en la localidad de Berazategui.
Se trata de Nahir Carrizo, de 28 años, es efectiva de la Policía Bonaerense y fue condenada por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 5 de Quilmes por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”. Según ordenó el juez, Gustavo Darío Farina, la mujer deberá cumplir prisión domiciliaria por ser madre de una nena menor de cinco años.
El homicidio ocurrió el 22 de junio de 2021 en el cruce de Camino Real Norte y la calle 455 en la localidad de Juan Gutiérrez, luego de que Carrizo se enterara que sus hermanas menores de edad también habían sido abusadas por el hombre identificado como Lucio González Larramendia, un vecino de la familia, de nacionalidad paraguaya.
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Ese mismo día, la mujer declaró que se encontraba limpiando el fondo de su casa cuando escuchó a una de sus hermanas llorando. Al acercarse a las menores, ambas le contaron que Larramendia, a quien llamaban 'tío', había abusado de ellas.“Ahí mi mente explotó y me agarró un fuerte dolor en el pecho y una angustia... En ese momento recordé los momentos previos de mi infancia, donde desde los ocho años hasta los 13 abusó de mi”, comentó la policía.
La mujer contó que no había denunciado el hecho porque el hombre la amenazaba y le aseguraba que iba a matarla a ella y a su madre: “Mami, despreocúpate, que este hijo de puta la va a pagar, le voy a dar un escarmiento, se va a tener que ir de acá”, recordó la madre de Nahir sobre sus dichos que dijo el mismo día que se enteró de los abusos sufridos por sus hermanas.
La policía recordó la secuencia del homicidio: “Salí de la pieza de mi mamá, corrí hasta mi casa, agarré el encendedor, el alcohol, porque yo lo único que quería era quemarle la casilla, porque sabía que él no tenía otro lugar para vivir y se iba a tener que ir. Siempre me amenazó, por eso llevé el arma, me la puse en la cintura y salí corriendo y en 20 segundos estaba ahí”.
“Me dijo: '¿Qué haces acá putita de mierda?', y me empujó hacia adentro de la casilla. Empezamos a forcejear y ahí saqué el arma que tenía en la cintura. Empecé a temblar, mi mente estalló y empecé a efectuar disparos, precisamente dos o tres, no recuerdo. Él huyó y yo salí corriendo atrás. Él se cayó, intenté levantarlo y vi sangre en su cabeza”, declaró.
El vecino baleado murió al instante. Al llegar la Policía, alertada por testigos, Carrizo entregó su arma reglamentaria, un Bersa Thunder calibre de nueve milímetros, y quedó detenida por tres meses hasta que el Juzgado de Garantías de Quilmes le otorgó prisión domiciliaria hasta el juicio.
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La defensa de la mujer, a cargo del abogado Lautaro Slpizer, planteó que actuó bajo emoción violenta: “Nahir actuó de ese modo al escuchar de boca de su hermana menor que había sido abusada por el mismo sobre que ella”.Sin embargo, el juez Gustavo Farina sostuvo que ese hecho “carece de apoyatura” y que la imputada “no actuó con responsabilidad” y “profesionalidad” a pesar de ser agente de la Policía Bonaerense.
“Si bien la aquí acusada reconoció haber sido la autora de los disparos mortales, la misma introdujo, sin sustento alguno, una circunstancia que a esta altura no se encuentra acreditada por prueba alguna, es decir, que haya efectivamente actuado bajo un estado de emoción violenta”, detalló el magistrado en el fallo.
