La red de abusos y explotación que rodea al polémico youtuber uruguayo Yao Cabrera sumó un nuevo capítulo de terror. En las últimas horas, la Justicia de Uruguay detuvo a Natanael "Nathan" Castro, uno de sus socios más cercanos, acusado de abuso sexual con acceso carnal. Su captura se produjo en la zona de Las Cañas, en el departamento de Río Negro, en cumplimiento de un pedido de la UFI N°4 de Escobar, liderada por el fiscal Christian Fabio. La víctima es la misma joven que en 2020 denunció a Cabrera por reducción a la servidumbre y explotación laboral, un caso que derivó en la condena del influencer a cuatro años de prisión.
La detención de Castro, conocido popularmente como "Mini Boy" es solo un eslabón más en una compleja trama de abusos que salpica al círculo íntimo de Yao Cabrera. La joven denunciante, editora de video, había llegado a finales de 2019 a la llamada "Mansión WiFi", ubicada en el country San Martín de Escobar, para trabajar en la edición del contenido generado por el youtuber. Sin embargo, lo que prometía ser una oportunidad laboral se convirtió en una pesadilla.
Según los testimonios y la investigación judicial, la joven vivía bajo un régimen de explotación y sometimiento absoluto. Jornadas laborales interminables, privaciones alimenticias y una estricta prohibición de salir de la casa más allá de un permiso dominical para visitar a su familia. Todo bajo la promesa de un sueldo que jamás llegó. En este contexto de vulnerabilidad extrema, el 1° de enero de 2020, Nathan Castro habría irrumpido en el baño donde la víctima se encontraba, la intimidó asegurándole que era la "mano derecha de Yao Cabrera" y abusó sexualmente de ella.
Este nuevo arresto es consecuencia directa de la condena que, en abril de 2024, el Tribunal Oral Federal N°3 de San Martín dictó contra Yao Cabrera. El influencer fue sentenciado a cuatro años de cárcel por trata de personas con fines de explotación sexual y reducción a la servidumbre. Hoy, cumple su pena en la cárcel de Bouwer, en Córdoba, tras ser detenido por la Policía Federal Argentina.
En la causa también figuran otros nombres vinculados al youtuber: Candela Díaz, Kevin Macri, Irupé Cabrera, Diego Llamazares, Matías Cabrera, Juan Pablo Barbot, Fabián Ayul, Javier Ayul y Ulises Magic, entre otros. La denuncia inicial, realizada en 2020 por el manager de medios Jorge Zonzini, señalaba a Cabrera y su entorno como parte de una "secta destructiva" que captaba a jóvenes y adolescentes vulnerables para explotarlos sin piedad.
El caso de la joven editora no es aislado. Los peritajes psicológicos realizados por el Cuerpo Médico Forense confirmaron que la víctima sufría una situación de sometimiento total, con síntomas de estrés postraumático y una marcada vulnerabilidad. "El material presenta características coincidentes con marcada vulnerabilidad tramitada a través de la disociación, inestabilidad emocional crónica, y vivencias de daño sentido a nivel corporal asociado a culpabilidad y angustia", detalla el informe forense. Además, las psicólogas de la Corte Suprema concluyeron de manera tajante: "La víctima no miente. No presenta exacerbación patológica de la imaginación".
Por su parte, Yao Cabrera, sometido a una pericia psicológica, no presentó alteraciones ni signos de patología. Sin embargo, su testimonio fue descartado por inconsistencias y falta de credibilidad. El impacto de la causa ha generado conmoción en el ámbito de las redes sociales, donde Yao Cabrera y su equipo supieron construir un imperio basado en la viralidad, las bromas extremas y la transgresión de límites. Sin embargo, tras las condenas y detenciones, ha quedado al descubierto el oscuro entramado que operaba tras la fachada de entretenimiento juvenil.
La detención de Nathan Castro marca otro golpe a una organización que, según la Justicia, utilizó su influencia digital para someter a jóvenes en condiciones indignas. A medida que avanza la investigación, se espera que nuevas revelaciones continúen exponiendo la verdadera cara de la "Mansión WiFi", un lugar donde los sueños de muchos se convirtieron en su peor pesadilla.