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Una red de trata secuestró por segunda vez a una nena con retraso madurativo

Ludmila González, de 15 años, fue liberada esta madrugada por la policía. La misma red había secuestrado a Milagros González, su hermana mayor, que está internada en una clínica psiquiátrica. Increíblemente, sus captores no fueron detenidos.

por Daniel Riera

03 Marzo de 2016 15:50
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En la madrugada de hoy, la policía liberó a Ludmila González, una nena de 15 años que había sido secuestrada el martes 1° de marzo por segunda vez por una red de trata de Villa Betharram, en Adrogué, partido de Almirante Brown. Ludmila también había sido secuestrada por la misma banda en agosto de 2015. Entonces logró escapar. La familia tuvo custodia hasta el 26 de febrero. Ese día se la retiraron. El 1° de marzo, Ludmila fue secuestrada. La banda de los Eliseos había secuestrado a su hermana Milagros en 2013. Las dos hermanas tienen retraso madurativo.

Ludmila González fue secuestrada dos veces por la misma red de trata.

“Mi hija apareció en un hospital de Florencio Varela, completamente drogada, con uno de los proxenetas. Él salió corriendo, pero lo dejaron ir porque no teníia orden de captura: la causa estaba como averiguación de paradero y no como secuestro”, explica Silvia González, la madre de Ludmila. Silvia responsabiliza por el secuestro a “La banda de Eliseo”, cuyo jefe se llama Eliseo Bordón, menciona a un tal Abel Sosa y pide que no se publique el nombre de la persona con la cual fue hallada su hija. “Es que tiene orden de captura y preferiría evitar mencionarlo por el momento”, aclara.

Según explica Silvia, la banda del Eliseo trabaja en conjunto con La banda de las palomitas. La primera se ocupa de la trata y tiene varios prostíbulos; la segunda, de vender droga. “La llaman la banda de las palomitas porque está compuesta por menores: si los agarran, salen enseguida”.  Silvia fue con la policía al prostíbulo donde había estado Ludmila. “Se hicieron dos reconocimientos y terminamos a las trompadas, porque eran 'reconocimientos' y no 'allanamientos', entonces la policía no podía trabajar tranquila”, explica.

Silvia González reclama Justicia por Milagros y por Ludmila.

Ludmila fue hallada en estado de shock: por lo tanto, no se puede establecer con precisión qué cosas le sucedieron en estos dos días.  “No sé si no puede o no quiere decirme lo que pasó. Está drogada, muy medicada, necesita una internación urgente”, cuenta su madre. Silvia se queja del fiscal Leonel Gómez Barbella. “Tiene todos los elementos para hacer Justicia, pero no la hace”, asegura.

La hermana mayor de Ludmila, Milagros González, también había sido secuestrada por la misma red en 2013. Actualmente se encuentra internada en una clínica psiquiátrica. Increíblemente, los policías que liberaron a Ludmila no detuvieron a sus secuestradores.

Ludmila fue rescatada hoy a las 3 de la mañana. Sus captores no fueron detenidos.

“Es una suerte que la hayamos encontrado, porque a las chicas las venden a otros países, a otros prostíbulos”, dice Margarita Meira, de la asociación Madres Víctimas de Trata, con la naturalidad de aquellos que están acostumbrados al horror. 

El juez Alberto Santa Marina: las “Madres contra la trata” lo acusan de “no hacer nada”

En septiembre de 2014, Milagros habló con la periodista María Sol Wasylyk, del diario Página/12 y brindó detalles de su secuestro y de los diez días que estuvo en cautiverio, hasta que logró escapar. “Pasó una camioneta al lado mío, yo quería correr pero me agarraron de los pelos y me metieron. Me empezaron a decir que conocían a mi mamá, a mi tía, que sabían cómo se llamaba mi papá, y de ahí me llevaron a una casa de dos pisos. Ahí había muchas chicas. Empezaron a abusar de mí. Se subían señores arriba mío. Una noche me llevaron a la Villa 1-11-14, a un galpón. Unos señores me sacaban fotos. Hablaban de cuánta plata tenían para darles a los que me llevaron. Un señor dijo que tenía 500 pesos y un chino dijo 800. Uno de los que me llevó dijo: 'Está vendida'.”

Silvia González, durante un reclamo de Justicia por Milagros, antes del secuestro de Ludmila.

La causa por el secuestro de Milagros y el de Ludmila se unificó en una sola, a cargo del juez Federal Alberto Santa Marina , a quien Meira acusa de inacción: “No hizo nada y nos negó todos los pedidos de audiencia”. El secretario del Juzgado Federal N°1  Augusto Peloso aclaró que Santa Marina ya no la tiene a su cargo. Sin embargo, Silvia González ratifica que le corresponde a Santa Marina, así como también Margarita Meira, de Madres de Víctimas de Trata, y todas las notas periodísticas sobre el secuestro de Milagros que se pueden hallar en la red.. El juez obtuvo cierta notoriedad en los medios de comunicación cuando quedó a cargo de la causa que investiga el supuesto “seguimiento” del fiscal Alberto Nisman por parte de las cámaras de seguridad del aeropuerto de Ezeiza, así como la filtración de imágenes de estas cámaras en los medios de comunicación.

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