Todo sucedió en una casa ubicada en la calle Aristóbulo del Valle al 400, en la localidad bonaerense de Castelar. La casa, como no estaba habitada, fue ocupada por un grupo de personas que decidió atacar a los dueños del lugar y a los vecinos que intentaron desalojarlos con palos, bastones, facas, cadenas, golpes de puño y hasta con una ¡motosierra!
El hecho ocurrió el viernes por la tarde, cuando los vecinos le advirtieron al dueño de la casa que alrededor de nueve personas la habían ocupado al darse cuenta que estaba vacía.
Inmediatamente, rompieron la cerradura de la puerta que da al patio e ingresaron al domicilio por la parte de atrás: hicieron una conexión de gas clandestina y le pusieron un candado a la reja.
Indignados, los vecinos apoyaron a los dueños de la casa y se agruparon enfrente de la vivienda para tratar de desalojar la vivienda, debido a que en esta clase de situaciones el accionar de la justicia requiere tiempo, dinero y es extremadamente lento.
Sin embargo, los ocupas decidieron amenazas de muerte a los presentes y los atacaron con una motosierra encendida.
En total, eran 9 los ocupas que aseguraban que uno de los dueños los había contratado para cortar el pasto y hacer una limpieza. Sin embargo, lejos de creer estas excusas los vecinos comenzaron a gritar “Ustedes son usurpadores y se van a ir”. A partir de ahí, todo se salió de control y los ocupas comenzaron a lanzar todo tipo de objetos contundentes, como ladrillos y piedras.
También utilizaron palos, facas, cadenas y, claro está, una motosierra para ahuyentar a los presentes que intentaban desalojarlos. Ante el clima extremadamente caldeado, con gritos e insultos a la orden del día, tres patrulleros se hicieron presentes en el lugar, pero nada pudieron hacer ya que para desalojarlos deben contar con una orden judicial.
Sin embargo, los malvivientes decidieron durante la madrugada abandonar el lugar antes de que todo se salga de control.
“Mi tía tenía 93 años. Murió hace un año y medio. No tenía hijos y quedamos como herederos varios sobrinos. Estamos haciendo la sucesión y mientras tanto la casa estaba vacía”, le contó Pablo a TN, sobre la situación actual de la vivienda.
Y agregó: “Lo único que pagamos era la luz, más que nada para limpiar y por si teníamos que cortar el pasto. Los usurpadores alegaron que eran jardineros y que venían a limpiar la casa. Cuando llegó la policía, la señora que organizó la toma les dijo a los efectivos que se sentía amenazada por nosotros. Es el país del revés”.
Según Pablo, detrás de la usurpación hay una mafia que opera con la complicidad de una escribanía y la “ayuda” policial.
“El 29 de junio tomaron una casa lindera a la mía, el 30 hicieron una cesión de derechos apócrifa con una escribanía y a la semana siguiente se presentaron ante los vecinos como los nuevos dueños mostrando los papeles”, contó uno de los vecinos.
Y sentenció: “Ellos son de San Miguel. La señora Andrea Roldán es empleada del Estado ya que trabaja en UPCN de Moreno. Es la que organiza las tomas. Es una familia completa de usurpadores. Es ella, el padre, la madre y el hijo. Acá está la foto. El Estado te juega en contra. Si querés sacar a una persona por lo legal estás 3 años. Es pésimo que la policía no pueda actuar”.
Al final, los vecinos relataron que los usurpadores se olvidaron a una anciana que había quedado dentro de la casa durante la huida. “Se fueron apurados y les quedó la abuela adentro. Y cuando volvieron a buscarla, salió la abuela con el mate en la mano”, cerró uno de los vecinos.