26 Diciembre de 2024 09:36
Lo que debía ser una jornada de festejos y alegría por la Navidad, terminó en tragedia en el barrio de Lomas del Mirador, partido de La Matanza. Un hombre de 74 años, ex policía de la Federal, disparó y mató a un vecino durante una discusión que comenzó por el volumen alto de la música en una reunión familiar y que se fue tornando cada vez más violenta hasta el dramático, triste y escalofriante desenlace.
El hecho ocurrió en la madrugada del 25 de diciembre, en la calle Acevedo al 4100, mientras muchas familias continuaban celebrando la Navidad. Según relataron testigos, Rafael Horacio Moreno, un jubilado de 74 años, cruzó la calle para exigir que bajaran el volumen de la música que provenía de la casa de Sergio David Díaz, un chofer de colectivos de 40 años. Lo que empezó como un reclamo verbal rápidamente escaló.
Las cámaras de seguridad de la zona captaron el momento en que Moreno discutió acaloradamente con Díaz y otros presentes en la reunión. Testigos aseguran que Moreno amenazó a los presentes con un mensaje premonitorio: "Vamos a terminar mal". Segundos después, el hombre sacó un revólver calibre .38 que llevaba escondido, lo apoyó en el estómago de la víctima y siguió discutiendo con Díaz, quien no se asustó y le reprochó a su vecino el hecho de que le haya sacado un armar para amenazarlo. Finalmente, tras varios intensos segundos de entredichos, insultos y forcejeos, el jubilado disparó a quemarropa contra el chofer, impactándolo en el abdomen.
Díaz, quien trabajaba como colectivero en la línea 103, se mantuvo de pie pocos segundos hasta que finalmente, antes de subirse a la vereda, se desvaneció. Ante los gritos, el horror y la lógica desesperación de su familia, la cual fue captada por el teléfono celular de uno de los presentes, Sergio fue trasladado de urgencia a un hospital cercano, pero falleció poco después debido a la gravedad de las heridas. La tragedia dejó a su entorno sumido en el dolor y la incredulidad. Según su prima, dueña de la casa donde ocurrió la fiesta, "jamás imaginaron que un reclamo por música pudiera terminar de esta manera".
Moreno, quien había sido oficial de la Policía Federal, no intentó huir del lugar. Al llegar las autoridades, entregó el arma utilizada en el crimen y confesó ser el responsable. Según fuentes policiales, el revólver Taurus que portaba contenía una vaina servida y otras intactas, lo que indica que podría haber disparado más de una vez. El fiscal Matías Folino, a cargo de la investigación, imputó a Moreno por homicidio agravado por el uso de arma de fuego. En las próximas horas será indagado, mientras los investigadores analizan las imágenes de las cámaras de seguridad y recogen testimonios para reconstruir con precisión lo sucedido.
La noticia del asesinato corrió rápidamente entre los vecinos de Lomas del Mirador, quienes aún no logran procesar la violencia del episodio. "Es increíble pensar que alguien pueda reaccionar así por algo tan insignificante como la música," comentó un residente del barrio. Aunque algunos destacaron el carácter irritable de Moreno, otros señalaron que nunca había dado señales de una conducta tan extrema. "Siempre fue un tipo serio, pero esto es una locura", agregó otro vecino.
El violento desenlace de este episodio pone en evidencia el nivel de tensión que se vive en algunos sectores de la sociedad argentina. La mezcla de reclamos mal gestionados, el acceso indiscriminado a armas y la intolerancia creciente dibuja un panorama preocupante. Mientras la familia de Sergio Díaz llora su pérdida y exige justicia, el caso de Rafael Moreno reabre el debate sobre la regulación del porte de armas entre civiles y el manejo de conflictos en un contexto de crecientes tensiones sociales.