La historia incluye un arma, un llamado al 911 y un disparo accidentado que podría haber terminado en una verdadera tragedia. El viernes 6 de octubre, un joven de 14 años ingresó a la escuela N°6 de Ramos Mejía con una pistola, aunque él mismo había dado aviso a la Policía sobre la situación.
Ante el llamado del propio alumno, la policía se hizo presente en la escuela, ubicado sobre la avenida Pueyrredón, y notificó al director lo que estaba ocurriendo. Así fue como ingresaron al aula y debieron quitarle el arma al joven, quien no opuso resistencia pero rompió en llanto ante sus compañeros y la propia maestra.
La escuela donde ocurrió el hecho.
Nicolás, padre de uno de sus compañeros, desmintió que el joven haya amenazado de muerte al resto de los estudiantes y aseguró que era considerado como un "excelente amigo". "El chico les dijo a unos compañeritos que iba a llevar un arma a clase para que lo expulsen, tiene problemas en la casa, de índole familiar, pero es un buen chico", aseguró.
Unas horas antes de ingresar a la institución con el arma, el joven grabó un video en la red social snapchat en el cual dejaba un mensaje intimidante para sus compañeros: "Van a morir todos". Sus propios amigos aseguran que el objetivo de la grabación no era más que ser expulsado de la institución.
Lo cierto es que una vez en dirección, uno de los policías intentó descargar el arma y allí se produjo un hecho que podría haber terminado en tragedia. Por accidente, el agente disparó la pistola y la bala impactó en un mueble de la oficina. Afortunadamente nadie salió herido.
Otra imagen del frente de la escuela.
La escuela sufrió diversas amenazas de bomba en las últimas semanas, e incluso mientras Nicolás dialogaba con los periodistas en el lugar, las autoridades del establecimiento dijeron que debían desalojar las instalaciones por un nuevo llamado intimidatorio.
Hasta el momento el joven no fue desafectado de la escuela y las autoridades aún no se expidieron sobre lo ocurrido ni emitieron un comunicado.