por Alejo Paredes
20 Octubre de 2022 16:09"Necesito pedirle disculpas a la familia Quiroga, no fue mi intención disparar". Estas fueron las últimas palabras de Carina Medina, la enfermera acusada de matar a su cuñado el 23 de octubre de 2019. "Quiero agradecerle a mi familia, que padeció graves consecuencias. Mis hijos están mal, repitieron el colegio y van a terapia. A mi sobrina Selene especialmente que hasta tuvo que venir a declarar", cuestionándose hoy su propia existencia", agregó.
Medina se desempeñaba como enfermera en un Centro de Salud Mental hasta que el 23 de octubre de 2019 todo cambió: aquel día, agarró el arma Bersa 9 milímetros que su marido guardaba en su casa y disparó. La bala impactó contra Adrián Nicolás Quiroga, su cuñado, de 34 años, quien en ese momento amenazaba de muerte con otra pistola a su suegra (la mamá de Carina), a sus hijas (fruto de la relación con Vanesa, la hermana de la enfermera) y a sus sobrinas (las hijas de Carina). El homicidio tuvo lugar en Timoteo Gordillo al 2600 de Villa Rita. Allí, Carina, su hermana y su mamá viven en casas linderas. Quiroga falleció en la UPA de Villa Fiorito minutos después del crimen.
El próximo martes 25 de octubre al mediodía, el Tribunal en lo Criminal Nº 7 de Lomas de Zamora dará sentencia en la causa contra la enfermera imputada por "Homicidio calificado por el uso de arma de fuego". En este contexto, apoyada en una hoja escrita por su puño y letra, Medina brindó sus últimas palabras antes del veredicto final: "Fue muy difícil para ella (Selene, su sobrina) poner en palabras lo que padeció, poner en palabras ese recuerdo de los 6 años. Para toda la familia fue difícil contar cómo si fuera una película nuestra vida, nuestro sufrimiento, nuestro miedo y lo valoro mucho. La violencia era permanente por parte de esta persona".
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Y siguió: "Comenzaba desde la mañana con un llamado de mi hermana pidiendo ayuda, al mediodía con un mensaje de mi sobrina para mí con un ´tía´ en silencio que significaba algo, siempre pasaba algo. Vivíamos en un ambiente totalmente alterado con miedo, durante la tarde era su presencia, sus gritos, sus amenazas y por la noche si estaba mi hermana era peor: simularos de fusilamiento contra mi mamá y mi hermana, amenazas de muerte contra mi hija de 12 años. A mi mamá la amedrentaba con insultos en la calle, en su propia casa, nos encontramos viviendo encerradas con candados en las rejas. Cada vez que veía un femicidio en la televisión me imaginaba a mi hermana y a mis sobrinas muertas".
El juicio contra Medina había comenzado el 27 de septiembre, casi tres años después del homicidio. Aquella primera audiencia había sido convocada para las 8.30 en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de Lomas de Zamora. "Los últimos días veía a Adrián (Quiroga) y pensaba en ese hombre en Hurlingham que había matado a toda la familia de su pareja y todo lo que nos estaba pasando. Se comparaba con eso, con ese final. Por último quiero pedirle disculpas al Tribunal por el cambio de abogada una semana antes del juicio, pero esperé tres años y los esperé para ser fiel a mi moral y la de mi familia. Mi única condición era llegar con la verdad de lo que nos pasó", dijo.
La abogada de la mujer, Raquel Hermida Leyenda, había dialogado con BigBang y afirmó que si bien Carina mató a Quiroga para defender a sus hijas y a toda su familia, el hombre “era un violento al cual padecían desde 2003”. “El 23 de octubre (de 2019) recibe reiteradamente llamados de su familia notificándole que su cuñado estaba amenazando con matar a todos", detalló la letrada. Según contó, aquel día regresó de su trabajo y cuando vio a su cuñado "amenazando de muerte y gritándole" a su familia, fue a buscar el arma legal que tenía su marido. "Trata de amenazarlo, pero se le tiró encima, burlándose y amenazando a su hija. Ella dispara y estuvo detenida en Magdalena", sostuvo la letrada.
Hoy, la enfermera está con prisión domiciliaria y tobillera electrónica. Adrián Nicolás Quiroga conoció a Vanesa, la hermana de Carina, en 2003 y desde entonces, la familia Medina padeció constantes amenazas y episodios de violencia. "Ese año, apenas Vanesa conoce a Quiroga, Carina padece un allanamiento porque viven todos en una esquina muy grande con locales", contó la abogada.
Y siguió: "Carina está casada, tiene dos hijas y en el 2003 sufre un allanamiento y la llevan demorada pensando que era Vanesa. Ellos no sabían que la hermana salía con este tipo y después rechazaban esta pareja porque él tenía antecedentes que iban desde homicidio, hasta robo con armas. Este hombre ejercía violencia de género, física, verbal y de control contra Vanesa. Entonces, la familia nunca quiso esta relación; que sobrevivió gracias a las tres detenciones que sufrió Quiroga a lo largo de su relación con Vanesa. Una fue por portación de armas y otras dos por robo con armas. Además, estuvo involucrado en un homicidio por el cual está detenido su hermano".
La familia de Carina no tiene antecedentes. Vanesa maneja una carnicería por la zona y su madre es chef profesional. "No tienen antecedentes y son muy buenas personas. Todo el barrio los considera de excelentísimo nivel. La familia descansaba cuando Quiroga estaba detenido porque tenían que vivir encerrados para que este tipo no entrara ni a la casa de Carina, ni a la de la madre. A Vanesa la controlaba por teléfono de manera tal que no podía disfrutar ni los cumpleaños. Vanesa tiene dos hijas mujeres de Quiroga, una de 18 y la otra una bebé. La de 18 va a declarar en la casa. Vanesa era la típica víctima destinada al femicidio", aseguró Hermida Leyenda.
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La abogada resaltó que la hermana de Carnina nunca atinó a defenderse del maltrato y la violencia que ejercía Quiroga sobre ella. "Ella sabía que era víctima de violencia de género y lo único que le preocupaba eran sus hijas, a las cuales dejaba al cuidado de su hermana", explicó. Quiroga llevaba un año y medio en libertad. Lo primero que hizo al salir de la cárcel fue irse a vivir con Vanesa y sus dos hijas: la más chiquita nació el 4 de septiembre de 2019, poco más de un mes antes del homicidio. El crimen ocurrió un miércoles, pero el lunes anterior Vanesa se había escapado de su casa con sus hijas, cansada de la violencia que ejercían sobre ella y con mucho temor, y se refugió en lo de su madre.
Al ver lo que estaba ocurriendo, Quiroga no perdió el tiempo y comenzó a amenazarlas. "Entró a la casa de la madre de Vanesa, le apuntó con el revólver y le dijo a su suegra ´Vieja de mierda, te voy a matar´. El miércoles fue totalmente drogado con un arma color negra y dijo que iba a matar a la hija de Carina, a la vieja de mierda y a todos. A Carina le dijo ´puta´ y ese día quería llevarse a su hija recién nacida. Además, amenazó muy seriamente a la hija de Carina, que se llama Julieta y que hoy tiene 15 años. Fue Julieta la que llamó a su madre y le pidió que llamara a la policía. De hecho, está registrado el llamado al 911 pidiendo socorro", manifestó la abogada de Carina.
Hermida Leyenda sostiene que Quiroga tenía antecedentes por "haber matado a un policía, por el cual quedó preso su hermano": "Entonces la niña, muerta de miedo, no quiso salir a la puerta cuando llegó la Policía. Él siempre andaba armado, o la tenía en la cintura de parte de la espalda, en el cinturón o en el auto. A veces tenía hasta dos armas, una en al cintura y la otra en su auto. Carina, que trabajaba en un Centro de Salud Mental, recibió todos los llamados en el trabajo. Cuando finalizó su turno, se tomó el colectivo envuelta en un ataque de nervios y llanto, llegó a su casa y su madre le contó que este tipo le había apuntado con un arma y la amenazo de muerte".
Como vivían en casas lindantes, Carina corrió hasta su domicilio, sacó el revólver del marido que guardaba en un cajón y, al escuchar los gritos de su hermana, regresó, se paró frente a Quiroga y lo "amenazó". "Él le dice, cargándola, que no sabía disparar, le dijo que era una idiota, que le iba a a matar a la hija y se abalanzó sobre ella. Ahí, ella dispara y le da en el costado izquierdo. Nunca había disparado un arma. Ella disparó porque era víctima de una violencia extrema, porque se le escapó el tiro y porque se le abalanzó el tipo", sostuvo Hermida Leyenda. Quiroga fue socorrido por Vanesa y trasladado hasta UPA de Villa Fiorito, donde finalmente falleció.
Carina quedó automáticamente detenida, fue imputada y procesada por el delito de "homicidio simple" y estuvo casi un año en el penal de Magdalena. "Acabo de tomar la causa y hay mucho que enmendar porque la trataron de homicidio simple e incluso la fiscal, cuando cita a los testigos, no cita a ningún testigo que haya visto el hecho en si. Ninguno a favor de Carina. Este juicio iba a ser por jurados, pero Carina vio que ninguna mujer que esté imputada por homicidio en contexto de violencia de género puede ser juzgada por jurados. Es un delito y le iban a dar perpetua. Me llama desesperada llorando y al ver que su abogado no tenía en claro la estrategia, me llama y me dice que me necesitaba", expresó la letrada.
La defensa está encuadrada en "legítima defensa de terceros", ya que Carina buscó proteger a su madre, a su hermana, a sus hijas y a sus sobrinas de Quiroga. "Voy a pedir que en primer término la absolución porque no tenía otra opción. Lamentablemente el arma de él no aprecio porque vino su sobrino y se la llevó. Me llama la atención que la fiscal (Fabiola Juanatey) no haya puesto un solo testigo a favor de Carina", concluyó.